lunes, 3 de octubre de 2011

La inocencia debe ser un derecho eterno e inviolable

Por Waldemar Serrano Burgos

Recientemente estudios científicos han demostrado que la inocencia de los niños es “violada” en sus primeros años, por las percepciones, creencias y experiencias de la vida de los adultos que los rodean.

La inocencia con la que nacen, tiene solo cabida para unas prioridades totalmente diferentes, a la cuales los adultos no pueden entender, por consecuencia de haber perdido el contacto con su niño interior.

Su inocencia solo tiene como prioridad el juego continuo ininterrumpido; vivir al máximo del ahora, ya que el pasado o el futuro no existen; compartir con todos por igual; sus opiniones son simples y sus comentarios directos, ya salen de la línea directa del corazón; sus travesuras son parte del descubrir diario y del espíritu explorador de conquistar un nuevo mundo.

Tienen tendencias angelicales, en donde la imaginación los deja ver todo lo que es posible y lo inalcanzable, está a la vuelta de la esquina.

Otra de sus cualidades es el dar amor ya que es su misión principal en esta existencia, una parte esencial de su destino, ya que las condiciones son desconocidas y sus actos vienen de lo más profundo de su alma.

Deseamos con esta descripción de quienes son nuestros grandes maestros, que reflexionemos y nos demos cuenta de que ellos –los niños- son nuestro futuro y que nosotros somos su pasado; que solo vale que lo sepamos, sino que lo veamos como un hecho, que conscientemente lo veamos con los ojos del alma y se refleje automáticamente en nuestras interacción diaria con ellos.

Desgraciadamente estamos heridos, ya que los principales células del ADN de la niñez fueron violados, por quienes estuvieron a nuestro lado por periodos cortos o largos, los cuales de alguna forma impusieron miedos, apoyaron tradiciones sin sentido, inculcaron prejuicios de otras generaciones, transmitieron conocimiento sin fundamentos, criticaron nuestra esencia, restringieron nuestra creatividad y asesinaron –a quema ropa- nuestra fuente directa con el Universo.

Estamos claros que lo antes expuesto puede ser un golpe duro a sus egos, que hasta no pueda ser comprensible por aquellos, que el nivel de maltrato los ha dejado enajenados de su realidad y hasta los ha asilado de la sensibilidad de la esencia de ser un ser humano.

Hoy por medio de nuestra creatividad rendimos un merecido homenaje a la inocencia que debe de ser un derecho eterno, universal e inviolable de cada uno de los seres con luz que llegan a nuestras vidas.

Reconozcamos y aceptemos nuestra responsabilidad del legado que está en nuestros hombros, en donde lo que digamos y como actuemos debe de ir a acorde con la separación de mente y cuerpo de la sabiduría abundante y eterna, en donde no existe malo o bueno, en donde solo el amor es lo que existe.

Recordemos que todos somos seres de luz, que cada día en donde tenemos la oportunidad de abrir los ojos, tenemos la bendición de regresar de donde vinimos, de recordar lo que es la inocencia, en donde las posibilidades y oportunidades son infinitas.

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