sábado, 29 de octubre de 2011

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: PADRE AUSENTE

Por Dra. Margarita Mendoza Burgos

Constantemente conocemos noticias de personajes famosos, máximos triunfadores en sus carreras, en sus respectivas áreas, que a nivel privado, a nivel familiar dejan mucho que desear o resultan ser verdaderos fracasados. En los últimos días he leído noticias sobre dos de ellos. Uno es Steve Jobs, quien tuvo una hija de la cual se desentendió, como su propio padre biológico había hecho con él. El otro es John Lennon. Su hijo ha declarado “Mi padre le cantaba al amor, pero nunca me lo dio a mi”.

¿Existe acaso una relación inversa entre el éxito profesional y social de las personas, y su éxito personal y familiar? Es discutible. Tantos ejemplos como los expuestos anteriormente parecen indicar que existe cierta incompatibilidad, aunque por otro lado pueden encontrarse también ejemplos (menos de los que sería deseable) de lo contrario. Éxito profesional y social habitualmente van de la mano, especialmente en carreras expuestas a la opinión pública y medios de comunicación, y hay quienes una vez que lo han alcanzado renuncian total o parcialmente a él para dedicarse a su familia. Hay otros que en un determinado momento reconocen llegar a una disyuntiva en la que se ven obligados a elegir, sabiendo que elegir lo uno significa renunciar de algún modo a lo otro.

Todo ello tiende a confirmar que aunque teóricamente no puede reconocerse dicha incompatibilidad, en la práctica sí parece existir en mayor o menor medida, en función de las exigencias de la carrera profesional. Y tiene bastante lógica; el éxito social y profesional requiere, normalmente, de mucha dedicación y atención a infinidad de compromisos, que tienden a restar tiempo y energía para dedicar a la familia. Y ello es mucho más acusado en hombres que en mujeres, debido al instinto maternal, que supone un inevitable vínculo difícil de olvidar. Quizás porque no se reconoce un “instinto paternal” es que es más fácil para los hombres olvidarse del compromiso familiar.

Pero es más que eso. En muchos casos los compromisos sociales y profesionales son intensos pero ocasionales, y fuera de ello, puede elegirse dedicar tiempo a la privacidad y a la familia. En otros muchos casos puede dosificarse el nivel de dedicación al éxito profesional y social en función del compromiso que se siente con la familia. Y sin embargo no se hace. ¿Por qué? Porque la mayor dedicación a la carrera o a la exposición pública proporciona más reconocimiento social y más dinero, y ambos son como una droga que embriaga y alimenta la vanidad de la que parece haber tanta gente necesitada. Obviamente no parecen encontrar en la dedicación a la familia la misma recompensa.

Mencionaba antes que esto es más común en el hombre por no reconocerse un “instinto paternal”. Sin embargo, sí existe dicho instinto paternal, y bastantes hombres lo saben. Solo que, lógicamente, no tiene un carácter tan biológico como el maternal. Pero basta que un padre limpie a su bebé, lo bañe, o le dé pacha, o lo cargue en brazos, o lo bese, o simplemente deje que le agarre un dedo, para que empiece a surgir ese instinto paternal y a embriagarse con él. Lamentablemente, muchos “padres” no han tenido esa experiencia, ni sus hijos la experiencia de tener un padre presente. Mi reconocimiento a todos aquellos, especialmente hombres, que renuncian lo suficiente al éxito social o profesional por anteponer la dedicación a sus hijos. Pero el mayor reconocimiento lo tendrán de sus propios hijos.

Acerca de la Doctora Mendoza Burgos

www.dramendozaburgos.com

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma. Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamin Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después. Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro.

1 comentario:

  1. Buen tema ese del "instinto paternal", que bueno seria que a pesar de nosotros los hombres tenerlo escasamente, los gobiernos encontraran una manera de ejecutar (obligatoriamente si fuera necesario) la responsabilidad paternal ante tanto abandono paternal en nuestros paises. El abandono paterno va de la mano con el aumento de la pobreza, abandono del estudio, del crimen y de la perpetuacion de ese ciclo de hijos abandonados de generacion en generacion.

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