domingo, 24 de marzo de 2013

El Papa Francisco sigue dando lecciones de sencillez


Agencias Noticiosas

Papa Francisco recibiendo misa junto a jardineros y recolectores de basura de El Vaticano

Se sentó en los bancos junto a los fieles para rezar 


Fue otro gesto de sencillez, durante la misa de la mañana con jardineros y recolectores de basura del Vaticano.

Plegaria personal. El Papa Bergoglio, ayer, sentado en la última fila en la misa de los empleados del Vaticano.

A estas alturas, el Papa Francisco ya es una cantera inagotable de gestos de sencillez y cercanía que impactan favorablemente en la gente. La última actitud la tuvo ayer al celebrar la misa de la mañana en el hospedaje vaticano Santa Marta, donde todavía vive, junto a unos 30 recolectores de basura y a los jardineros del Vaticano, sorprendiendo durante el oficio al sentarse junto a ellos, en las últimas filas, para realizar una plegaria personal.

El gesto suscitó primero la emoción de los trabajadores y luego el elogio. “Somos los invisibles y encontrarnos frente al Santo Padre en una misa es para nosotros una cosa que no sucede todos los días”, dijo Luciano Cichetti, responsable de la atención de los jardines y la limpieza a Radio vaticana. Y agregó: “Me daba vuelta y veía la cara feliz de mis compañeros.

Salimos todos con los ojos brillosos 

Cichetti contó que “fue una misa muy simple, a contacto directo con quien desde hace pocos días fue electo pontífice. Le agradecimos tanto, especialmente cuando nos saludó al final”. Detalló que “fuimos presentados uno por uno y para cada uno tuvo una palabra”. Y que Francisco “nos pidió a todos que rezáramos por él. Además -agregó-, le pedimos visitar en algún momento los jardines y no nos dijo que no”.

En rigor, no es la primera vez que Francisco quiere compartir la misa matutina -la oficia a las 7 de la mañana- con personal del Vaticano. El vocero papal, padre Federico Lombardi -que viene informando diariamente sobre la actividad del Papa- reveló que el jueves había asistido el personal del hospedaje Santa Marta, entre ellos cocineros y mucamas.

El pontífice sigue viviendo en Santa Marta desde que los 115 cardenales electores debieron instalarse allí con motivo del cónclave para permanecer aislados del mundo exterior hasta la elección del Papa. Se supone que en algún momento se trasladará a los aposentos papales, que ya visitó y que le parecieron “muy grandes” para él.

Ayer, Francisco protagonizó otra sorpresa, pero de otro orden. Fue al recibir los saludos del cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede -son alrededor de 180 delegaciones-. En su discurso no utilizó el idioma de la diplomacia, el francés, sino el italiano, cortando así una larga tradición vaticana.

En el encuentro, Francisco exclamó: “Cuántos pobres hay en el mundo”. Y volvió a exhortar a “luchar contra la pobreza” y a “custodiar a quien sufre la indigencia”. A la vez que llamó a “construir puentes de paz con Dios entre los hombres”.

Y, al recordar que pontífice significa constructor de puentes, Francisco les pidió a los diplomáticos que ellos y sus gobiernos también lo sean.

No hay comentarios:

Publicar un comentario