Tomado
de Lialdia.com /
Por Luis E. Montes
El presidente del
partido republicano, Reince Priebus, soltó una bomba (para algunos). En
un reporte denominado Growth and Opportunity Project acrónimo que concuerda con
el nombre de pila de los republicanos Grand Old Party (GOP) dice en resumidas
cuentas que todo lo que hicieron en la elección pasada, lo hicieron mal, muy
mal. El reporte que también es conocido como la autopsia de las
elecciones pone énfasis en los errores de mensaje y la falta de acercamiento
con grupos demográficos claves como lo son las mujeres, la comunidad LGBT y las
minorías.
Para los que llevamos un par de años en las
trincheras políticas, no necesitábamos leer las 100 páginas del reporte para
saber que la estrategia y tácticas republicanas están desfasadas, excluyentes y
hasta ofensivas. ¿Acaso no vieron los resultados de las últimas dos elecciones
presidenciales? La exclusión, la xenofobia y el dogmatismo no suman, sólo
restan. En un ciclo electoral cualquier acción que reste es contraproducente y
más temprano que tarde el electorado tiene la oportunidad de mostrarlo.
Para aquellos que piensan que el dinero lo
puede todo, las dos últimas elecciones probaron lo contrario. No sólo es la
capacidad de recaudar dinero sino la manera inteligente y eficiente de
invertirlo. En términos financieros, ambos lados recaudaron aproximadamente lo
mismo. La diferencia se dio en la manera que la campaña del presidente Obama
supo utilizar el dinero para contratar profesionales del manejo de base de
datos y estadísticas para hacer inversiones inteligentes. Sino, ¿cómo
explicarse que Obama perdió el voto blanco a nivel general excepto en Ohio?
Vale recordar que Ohio fue el estado clave para asegurar y sobrepasar el número
mágico de 270 votos electorales.
Los gurús estadísticos de Obama en Chicago
eran capaces de simular hasta 66,000 veces la elección cada noche con las
nuevas variables del día y con base a los resultados hacían las recomendaciones
de cómo invertir el dinero al siguiente día. Mientras los republicanos
insistían en dejar en las puertas de los votantes bolsas con lápices, viseras y
calendarios, los demócratas destinaban sus fondos en diferentes bases de datos
con un nivel de detalle sofisticado para conocer mejor al votante que les
interesaba persuadir o sacar a votar. La clave del gane radicó en hacer
decisiones basadas en el manejo de estadísticas y base de datos.
Mientas Karl Rove y sus colegas se gastaron
más de $400 millones de dólares en anuncios y correos de apoyo a sus candidatos
y atacando de manera visceral al presidente Obama, no lograron ganar un tan
sólo asiento ni en la Casa de Representantes ni en el Senado. Muchos menos la
presidencia. Ellos creyeron que las viejas tácticas del 2004 –de una sola vía-
trabajarían en un ambiente –interactivo- de Internet 3.0
Desde temprano el grupo de Obama estudió el
comportamiento de la gente en redes sociales y recomendaron que se evitaran los
anuncios tradicionales. Encontraron evidencia que si un amigo/conocido pedía a
otro usuario que votara por un candidato, el chance que el amigo requerido
actuará incrementaba un 20%. Naturalmente, el pedido es más efectivo porque lo
hace una persona a quien se conoce o se socializa frecuentemente. El
gasto se hace más enfocado.
El equipo de campaña de Obama siguió el
mismo modelo para hacer la compra de publicidad en televisión y radio. Mientras
los republicanos insistían en comprar en los espacios más caros de noticias y
otros programas con mucha audiencia, los operativos de Obama se enfocaban en
los programas de televisión que eran vistos por los grupos demográficos que a
través de sus bases de datos sabían que sus “persuadibles” estaban interesados.
Fue así como muchos de los “expertos” en publicidad no se explicaban como Obama
podía estarse anunciando en canales de poca audiencia o a horas pocas usuales.
El ahorro fue significativo a tal punto que su gasto fue 14% más eficiente en
comparación al 2008. Así bajo el mismo modelo se hicieron todas las
decisiones: como quien era más atractivo para recaudar fondos, que lugares
debía visitar el candidato, etc.
Por eso al leer el estudio de los
republicanos da risa ver las recomendaciones. Además de pedir que se revierta
la mayoría de posiciones retrogradas como la oposición a una reforma
migratoria, impuestos más bajos para la clase media en lugar de los millonarios,
ahora dicen los aliados del Tea Party que hay que cambiar y de paso invertir
$10 millones para convencer a los grupos afectados por sus políticas desfasadas
para que crean en su plataforma. ¿Quién les puede creer?
Para mayor
información sobre el autor, puede seguirle en twitter: @LuisMontes
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