Tomado de The Wall Street Journal
Los hispanos están menos segregados en
EE.UU
Por Miriam Jordam
Sudamericanos, puertorriqueños y cubanos se están asentando entre la
población existente en Estados Unidos con más facilidad que los mexicanos, el
mayor grupo hispano en ese país, una tendencia que tiene implicaciones para la
política, la economía y otras áreas de la vida diaria estadounidense.
En otra
revelación de un estudio sobre hispanos en EE.UU. que fue divulgado el
miércoles, la cantidad de hondureños, guatemaltecos y ciudadanos de otros
países ha crecido más rápidamente que la de mexicanos, quienes siguen
representando seis de cada 10 hispanos en EE.UU., desde 1990. En total, 50,5
millones de residentes en EE.UU. tienen origen en países donde se habla
español.
Los sudamericanos, incluidos argentinos y venezolanos, tienen los
niveles más altos de educación y son los menos segregados frente a otros grupos
étnicos en EE.UU., incluso si llevan menos tiempo en el país, según el estudio.
Desde 1990, todos los grupos, excepto los mexicanos, experimentaron un
descenso significativo en la segregación residencial frente a los blancos,
según la medida más común de segregación, el "índice de disimilitud",
que mide la distribución de dos grupos en un vecindario y cuán sobre o sub
representando está uno en relación al otro.
"Uno hubiera pensado que los grupos más nuevos, que crecen más
rápido, serían los que mantendrían límites y que los mexicanos, con tantos
residentes de segunda y tercera generación acá, se estarían dispersando",
afirmó John Logan, coautor del informe "Hispanos en Estados Unidos: no
sólo mexicanos".
En lugar de eso, "algunas líneas divisorias fuertes que enfrentan
grupos más pequeños parecen estar desapareciendo con el tiempo", indicó
Logan. Su ensayo es parte del Proyecto EE.UU. 2010 de la Universidad de Brown,
una serie de investigación demográfica basada en análisis de datos del censo
sobre distintos grupos de hispanos, incluidos los que son inmigrantes y los que
nacieron en EE.UU.
Hace cuatro décadas, el gobierno federal identificó como
"hispanos" a la masa creciente de personas con orígenes en América
Latina y el Caribe. Son un grupo multirracial, multiétnico y multicultural: los
argentinos suelen descender de italianos y españoles blancos; los dominicanos
suelen ser negros. Los políticos y especialistas en marketing que quieren
llamar la atención de los hispanos deben estar conscientes de las grandes
diferencias que hay entre ellos, afirman los expertos, porque no son un
monolito.
"Compartir el idioma es importante, pero también es importante ser
conscientes de que la mayoría de los mexicanos no son inmigrantes, que los
sudamericanos tienen educación e ingresos relativamente altos, y que muchos de
los hispanos con menos ventajas son inmigrantes de América Central, grupo que
crece con rapidez", indicó Logan.
Cabe aclarar que unificar el grupo en un bloque ha ayudado a los latinos
a emerger como fuerza política. Desde que eclipsaron a los afroamericanos para
convertirse en la principal minoría de EE.UU. alrededor de 2000, el grupo se ha
seguido expandiendo, y ha más que duplicado su tamaño desde 1990.
En 2010, había casi 32 millones de mexicanos en EE.UU. según el censo.
El país también era el hogar de cuatro millones de centroamericanos, tres veces
más que en 1990, y 2,8 millones de sudamericanos, incluidos colombianos, ecuatorianos
y brasileños, un aumento frente al millón de personas de dos décadas atrás.
Las implicaciones políticas a largo plazo de estas tendencias no están
del todo claras. "Hoy, los grupos no mexicanos aún son relativamente
pequeños y tienen una participación relativamente alta en la categoría de no
ciudadanos", sostuvo Louis DeSipio, profesor de ciencias políticas de la
Universidad de California, en Irvine. "A medida que la población envejece
y tiene hijos nacidos en el país, el significado de latino probablemente se
volverá más difuso".
El estudio descubrió que los cubanos y sudamericanos viven en
vecindarios donde el ingreso medio por hogar y su proporción de universitarios,
30%, está a la par de vecindarios habitados por blancos.
En muchas ciudades puede ser más difícil para los mexicanos integrarse
con otros grupos, ya que son muy numerosos. Su segregación residencial
relativamente alta puede atribuirse en parte a su bajo estatus socioeconómico,
indicó Daniel Cornfield, profesor de la Universidad de Vanderbilt que estudia
inmigración. La proporción de mexicanos que tienen un título universitario,
7,3%, es menor que la de varios de los otros grupos hispanos, según el censo.
Los hispanos que no son mexicanos se han integrado con blancos al irse
de zonas donde estaban altamente concentrados.
De todas formas, hay un largo camino por recorrer antes de que los
latinos se incorporen completamente en la sociedad estadounidense. "Sólo
los sudamericanos parecen estar alcanzando lo que llamaría una integración modesta",
dijo Logan.
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