sábado, 1 de enero de 2011

Dilma Rousseff es la nueva presidenta de Brasil a partir de hoy

Tomado de Observador global

Sobreviviente de cáncer, economista y ex guerrillera, Dilma Rousseff está a horas de convertirse en la primera mujer presidenta de Brasil. Hereda un país en pleno crecimiento, que de la mano de Lula da Silva vio disminuir la pobreza y mejorar el nivel de vida de la población. La nueva mandataria brasileña tendrá como objetivo fundamental erradicar la pobreza, continuar la lucha contra el narcotráfico y consolidar a Brasil como potencia mundial.

La economista de 63 años Dilma Rousseff se convertirá en la primera mujer presidenta de Brasil, en sustitución del popular Lula da Silva, en una ceremonia a la que asistirán cerca de una decena de líderes latinoamericanos, y en la que también estará presente la secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton.

Rousseff, que heredará un país en plena expansión económica, con una tasa de desempleo en un mínimo histórico de 5,7%, jurará el cargo junto al vicepresidente Michel Temer en una ceremonia en el Congreso, luego de un desfile de apenas 15 minutos a bordo del Rolls-Royce presidencial.

Lula traspasará la banda presidencial a su ahijada política y media hora después la flamante presidenta se dirigirá por primera vez a los brasileños en cadena nacional. Su discurso en el Parlamento, con una duración prevista de unos 45 minutos, delineará el rumbo de su gobierno.

En el tope de su agenda, un compromiso que asumió al vencer las elecciones en segunda vuelta el pasado 31 de octubre: eliminar la pobreza extrema en la que se encuentran 20 millones de brasileños sobre una población de poco más de 190 millones.

Rousseff estará al frente de un país para el que se prevén enormes inversiones en los próximos años, con el desafío de organizar el Mundial de fútbol en 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016 en Rio de Janeiro, pero también con deudas sociales históricas. Bajo el gobierno de Lula 29 millones de personas salieron de la miseria, según cifras oficiales, pero casi la mitad de la población sigue sin tener saneamiento y la tasa de analfabetismo roza el 10%.

DE GUERRILLERA A PRESIDENTA

A lo largo de la campaña presidencial, Dilma Rousseff demostró el espíritu de lucha que la llevó a tomar las armas y unirse a un movimiento guerrillero en su juventud para combatir a la dictadura militar que gobernó Brasil de 1964 a 1985, y que también le permitió superar un cáncer linfático un año atrás.

Sus primeros pasos como militante política los dio con organizaciones de orientación comunista y trotskista. En 1967, cuando estudiaba economía en su estado natal de Minas Gerais, se incorporó al guerrillero Comando de Liberación Nacional (Colina), que buscó derrocar a la dictadura militar. Capturada en 1970, fue torturada y permaneció detenida durante tres años. Tras ser liberada se trasladó al estado sureño de Rio Grande do Sul, donde inició una nueva carrera política en el Partido Democrático Trabalhista (PDT).

En Rio Grande do Sul Rousseff comenzó su carrera como funcionaria pública, primero como secretaria de Hacienda de la alcaldía de Porto Alegre y posteriormente como secretaria estatal de Energía, Minas y Comunicaciones.

En 2001 se incorporó al PT fundado por Lula. Trabajó en la formulación del programa de gobierno del PT en la elección de 2002 y se incorporó como ministra del actual gobierno, cargo que abandonó en abril para asumir la candidatura presidencial de su partido.Con fama de administradora eficaz, Rousseff también ganó reputación de líder dura y hasta grosera con sus subalternos, capaz de gritarle incluso a otros ministros cuando estaba disconforme con su labor.

Antes de la campaña, la aspirante se sometió a una renovación total que incluyó una cirugía plástica y un nuevo peinado, con lo que suavizó su imagen dura.

Cuentan allegados de Lula que después de ganar su primera elección presidencial en 2002, se dirigió a Rousseff y le dijo: "Tú vienes conmigo a Brasilia". El entonces presidente consideró a Rousseff la persona ideal para encabezar el ministerio de Minas y Energía con la pericia necesaria para impedir los apagones que empañaron la imagen de su antecesor, Fernando Henrique Cardoso (1995-2002).

EVO CANCELÓ; CHÁVEZ Y SANTOS, JUNTOS OTRA VEZ

Al acto de asunción asistirán los presidentes de Chile, Uruguay, Colombia, Venezuela, Bolivia, Paraguay, El Salvador, Guatemala, y otros dignatarios entre los que se destacan el presidente palestino, Mahmud Abas, la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, y el príncipe de Asturias, Felipe de Borbón.

El mandatario boliviano, Evo Morales, canceló a último momento su presencia por la grave crisis que se vive en su país tras el “gasolinazo”, el aumento por decreto de los precios de los combustibles que provocó masivas protestas de la población. Los presidentes de Venezuela y Colombia, Hugo Chávez y Juan Manuel Santos, volverán a encontrarse, esta vez durante la ceremonia de asunción de Dilma. Luego de haber restablecido las relaciones diplomáticas entre ambos países, gracias al diálogo y a la voluntad política, los mandatarios sostendrán en Brasil un encuentro bilateral, en el marco de la toma de posesión de Dilma Rousseff como nueva presidenta de ese país.

Tras su elección en octubre pasado, Santos llamó a Rousseff a felicitarla y, según un comunicado oficial de entonces, ésta le afirmó que Colombia tendrá en ella "una aliada para seguir avanzando en el fortalecimiento de las relaciones bilaterales".

Entre los grandes ausentes a la ceremonia está la presidenta argentina Cristina Kichner. La ausencia de la presidenta en la ceremonia de investidura de la mandataria electa Dilma Rousseff en Brasilia se debe a motivos personales, afirmó el canciller argentino, Héctor Timerman.

Un guiño para los palestinos

El presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas, colocó la piedra fundamental del edificio que albergará la embajada palestina en Brasil, que reconoció este mes un Estado Palestino con las fronteras de 1967.

Abbas agradeció los gestos de Brasil con el reconocimiento del Estado Palestino, iniciativa que ya este mes fue seguida por los gobiernos de Argentina, Bolivia y Ecuador, y el apoyo logístico prestado para la instalación de la representación diplomática.

La sencilla ceremonia fue realizada bajo una persistente llovizna en un terreno donado por el Gobierno brasileño en el sector norte de Brasilia, donde se sitúan otras representaciones diplomáticas y en las proximidades del Palacio de Planalto, sede de la Presidencia. Como parte de la ceremonia, Abbas soltó varias palomas, en un mensaje de paz, aunque caprichosamente una de las aves se posó sobre la cabeza del dirigente palestino, generando una ronda de carcajadas y algunos aplausos.

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