sábado, 12 de febrero de 2011

Orgullo por su historia vínculo único de unión entre egipcios

Tomado de The Wall Street Journal


Por Christopher Rhoads

EL CAIRO—Después de que más de 1.000 personas irrumpieran en el Museo Egipcio –morada de las reliquias del rey Tutankamón y otros tesoros – Zahi Hawass, supervisor de antigüedades del país, estaba seguro de que todo estaba perdido.

"Sentí que todo lo que había hecho en los últimos nueve años había sido destruido en un día", escribió en su blog el 30 de enero.

Estaba equivocado. El museo y sus contenidos de fama mundial han sobrevivido en gran medida a las turbulencias que ha vivido Egipto en las últimas semanas. Los cráneos dañados que pensó que pertenecían a las momias en las que estaba trabajando resultaron ser de poco valor.

El 28 de enero, los manifestantes lanzaron cócteles Molotov en el césped frente al edificio ubicado entre la sede incendiada del partido gobernante y la concentración de la plaza Tahrir, epicentro de las protestas. Nueve saqueadores lograron descender a través del techo de cristal con cuerdas para escarbar entre ataúdes de faraones de más de 3.000 años de antigüedad.

El daño fue limitado gracias a los ciudadanos de a pie y un equipo del departamento de antigüedades del gobierno y el ejército. Partes de momias no identificadas fueron dañadas en el museo el 29 de enero

"Los egipcios aman su historia", sostuvo Hawass mientras recorría el museo que ahora está rodeado por tanques y tropas. "Es lo único que une al país en este momento".

El edificio de color rosado sufrió daños y cerca de 70 objetos fueron desbarajustados y 13 vitrinas rotas, según el director del museo, Tareq ElAwady, que dijo que probablemente la pieza más valiosa era la estatua de madera del rey Tut de pie sobre una pantera.

Un aparador que contiene una pequeña estatua con una corona azul sosteniendo una mesa de ofrendas fue destrozada y sus contenidos revueltos. Un bastón fue despojado de su chapa de oro, posiblemente cuando se arrojó al suelo. Se dañaron amuletos y un estante que guardaba un ataúd con una momia estaba roto probablemente porque los ladrones estaban buscando oro o mercurio rojo, que algunos creen que tiene poderes místicos, explicó Hawass, quien ha aparecido en su característico sombrero de fieltro a lo Indiana Jones en programas de televisión de Estados Unidos como History Channel y otros. La momia quedó en paz y nada se perdió, añadió.


"Rompieron esto", dijo Hawass en su última inspección de la construcción al tiempo que se ocupaba de un ventilador dorado hecho de madera quebrado por la mitad. "Pero no consiguieron esto", añadió mientras corría hacia una puerta cerrada con candado enfrente de un cuarto oscurecido de ataúdes de la época del rey Tut, considerados entre las obras maestras del museo.

Una librería, que había sido inaugurada en diciembre, también fue saqueada. "Eran ignorantes", aseveró. "Pensaron que era parte del museo".

Un grupo de restauradores ha comenzado a reparar los objetos, y Hawass dijo que pensaba que el trabajo estaría terminado en pocos días. Podría haber sido mucho peor si no hubiera sido por los cientos de ciudadanos que acudieron al rescate del edificio después de que la policía lo abandonara.

Los ciudadanos preocupados fueron capaces de atrapar a los nueve que irrumpieron a través del tejado y los retuvieron hasta que llegó el ejército. Cuando se produjeron más robos, los manifestantes y otros formaron una cadena humana alrededor del edificio.

"Es realmente extraordinario", comentó Salima Ikram, una profesora de Egiptología en la Universidad Americana de El Cairo. "La gente está protegiendo su patrimonio cultural, reconectando con su pasado: es un cambio".

Los recientes esfuerzos para educar más al público sobre Egiptología a través de nuevos programas y conferencias han ayudado a crear una mayor apreciación cultural, explica Hawass, que cree que eso puede haber ayudado a desencadenar el rescate del museo por parte de los ciudadanos. "Hemos tratado de Egipciar la Egiptología" sostuvo Hawass, que fue ascendido a ministro de antigüedades durante la crisis. "Si se mantiene la seguridad de antigüedades, Egipto está a salvo".

Gran parte del famoso trabajo arqueológico en el país, incluyendo la tumba del Rey Tut, ha sido dirigido por extranjeros.

Ahora algunos jóvenes egiptólogos gestionan una sala de control en el departamento de antigüedades que responde las 24 horas del día a cualquier denuncia de robo en los 42 museos del país y otros emplazamientos. Cada localización hace un chequeo cada tres horas. La habitación tiene líneas directas a las oficinas del ejército y de la policía y que, según un funcionario, se han utilizado en 17 ocasiones.

Recientemente hubo un montón de informes de excavaciones no autorizadas en enclaves arqueológicos.

A más largo plazo, los disturbios podrían obstaculizar los esfuerzos bien publicitados por Hawass por devolver a Egipto el famoso arte egipcio guardado en museos de todo el mundo, como la Piedra de Rosetta en el Museo Británico.

Una de las razones argumentadas por los que se oponen a la repatriación es que el país no está equipado adecuadamente para atender a los objetos, y probablemente la crisis política no ha ayudado en esta cuestión.

Pero, Hawass no está de acuerdo y dice que en la crisis "hemos demostrado que podemos proteger a estas cosas".

En un comunicado, el Museo Británico se negó a comentar sobre la Piedra de Rosetta, pero dijo que "deplora los robos y la destrucción que ha tenido lugar".

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