domingo, 27 de febrero de 2011

Kadafi está solo, angustiado y aislado. Su fin cercano parece inminente

Agencias Noticiosas

Mientras resiste el avance de la rebelión, un jefe militar llamó a sublevarse contra el régimen; según Berlusconi, perdió el control del país

TRIPOLI.- Refugiado en un palacio de Trípoli, donde resiste el avance de la rebelión que ya controla gran parte del país, el líder libio Muammar Khadafy está cada vez más aislado. A la creciente presión internacional para que detenga la feroz represión contras las manifestaciones, ayer se sumó el llamado de un alto jefe de las fuerzas armadas a los militares para sublevarse contra el régimen.

El general de brigada Abdul Nafa Musa, jefe de la zona este de Libia, controlada por los opositores al gobierno, se mostró convencido de que la gente liberará a Trípoli, e instó al resto de los oficiales del país a marchar hacia la capital, uno de los últimos bastiones de Khadafy.

Además, los jefes militares del este del país que se sumaron a los opositores al régimen se preparan para enviar una fuerza rebelde a Trípoli para apoyar el levantamiento, según el general Ahmed Katrani, que dirige el comité militar de Benghazi, la segunda ciudad libia, en poder de los rebeldes desde hace varios días.

Fathi Turbel, miembro del gobierno provisional de Benghazi, aseguró que Khadafy tiene bajo control sólo un 15 por ciento del país. "Está viviendo los últimos momentos y esperamos el final de su régimen en los próximos días", auguró Turbel, un abogado de 39 años cuya detención, el pasado 15, se convirtió en la chispa que encendió el levantamiento que hace tambalear al régimen de 41 años.

En tanto, el premier italiano, Silvio Berlusconi, el aliado más fuerte del líder libio en Europa, aseguró que Khadafy perdió el control de su país y advirtió sobre la crisis que se avecina. "Khadafy está perdiendo apoyos y parece que ya no tiene el control de la situación. Si estamos todos de acuerdo, entonces podemos detener el baño de sangre y apoyar al pueblo libio", dijo el premier durante un congreso de su partido en Roma.

Las palabras de Berlusconi llegaron horas después de que Estados Unidos anunciara que impondría medidas unilaterales contra el régimen libio y a la espera de que el Consejo de Seguridad de la ONU haga anuncios similares.

Además, Khadafy se quedó sin su inseparable enfermera ucraniana, Galina Kolotniskaia, quien ayer anunció que regresará a su país.

Por su parte, el ex ministro de Justicia libio Mustafá Abdel Jalil, quien renunció a su cargo debido a la violenta represión que ordenó Khadafy, anunció ayer que la oposición formará un gobierno de unidad nacional integrado por civiles y militares, y que en tres meses se celebrarán elecciones democráticas.

De acuerdo con miembros de los comités populares libios, los rebeldes controlan no sólo el este del país, sino también varias ciudades del Oeste, como Zawiya y Misurata, y del Sur, como Al-Kufra, cercana a Sudán.

Sin embargo, reconocen que la información es escasa por la dificultad de las comunicaciones y subrayan que en Sirte, donde nació Khadafy, situada entre Benghazi y Trípoli, aún no ha empezado la revolución.

Según Al-Jazeera, las fuerzas leales a Khadafy sólo controlaban ayer sin oposición los alrededores de su palacio de Dar el-Aziza, mientras que en otros barrios se sucedían enfrentamientos. Vehículos con la inscripción de "guardia revolucionaria" patrullaron las calles de Trípoli.

Otra muestra de la erosión del poder del líder libio es que las fuerzas de seguridad abandonaron ayer el barrio de clase trabajadora de Tajoura, en Trípoli, luego de cinco días de manifestaciones, según dijeron los residentes. También advirtieron que el régimen está armando a simpatizantes civiles para reprimir cualquier protesta, tal como había anunciado Khadafy en su encendido discurso de anteayer.

Además, en Misurata, 150 kilómetros al este de Trípoli, un testigo contó que unos manifestantes que concurrían a un entierro fueron blanco de disparos de mercenarios del régimen.

Lo que pasó allí y en Tajoura se contradijo con las declaraciones de uno de los hijos de Khadafy, Saif el-Islam, que ayer, en una entrevista con Al-Arabiya, afirmó que la situación, en gran parte del país, era excelente y que la paz estaba regresando.

Sin embargo, aceptó que existe "una voluntad interior de cambio", al tiempo que anunció reformas en todos los niveles de la administración. "No hay futuro para los libios, al margen de la reconciliación", señaló quien, hasta antes de la rebelión que sacude al país y que dejó cientos de muertos, era considerado el más probable sucesor de su padre.

Sobre la revuelta, dijo: "Comienzan a verse señales de guerra civil", y ratificó la versión oficial de que los manifestantes son "manipulados por fuerzas extranjeras". "La situación en las tres cuartas partes del país, donde vive la mitad de la población, es normal, excelente. Si oyen fuegos artificiales, no los confundan con tiroteos", sostuvo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario