martes, 22 de febrero de 2011

Kadafi se aferra al poder a sangre y fuego

Tomado de RFI

El jefe de Gobierno libio desmiente los rumores que lo situaban fuera del país después de que dimitiera su ministro de Justicia y varios embajadores. La ONU ya habla de crimen contra la humanidad ante las informaciones de centenares de muertos y manifestantes bombardeados.

El régimen de Muamar Kadafi comienza a descomponerse y su diplomacia se dispone a huir en desbandada. La presión de la protesta libia y la sangrienta represión que el Gobierno está ejerciendo sobre ella, a tenor las informaciones que se filtran en el muro de silencio impuesto por Kadafi, está provocando que salten del barco de la dictadura los primeros tripulantes.

El lunes presentó su dimisión el ministro de Justicia, Mustafá Abdel Yalil, según informó el diario libio Kourina. En la mañana del martes se han conocido las primeras dimisiones de embajadores libios, como es el caso de las embajadas de Libia en la India, China o Malasia. El embajador adjunto de Libia ante la ONU, Ibrahim Dabbashi, exigió la dimisión de Kadhafi, a quien acusó de "genocidio". Y el domingo, el representante permanente de Libia ante la Liga Árabe, Abdel Moneim al Honi, abandonó ese puesto para "unirse a la revolución" que tiene lugar en el país.

Del mismo modo, un grupo de oficiales del Ejército han urgido en un comunicado a los soldados que "se sumen al pueblo" y contribuyan a la marcha de Kadafi, según informa Al Jazira. La televisión árabe señaló además que los militares han pedido a las tropas que marchen hacia Trípoli para incrementar la presión sobre el dictador.

El propio Muamar Kadafi se ha visto obligado a realizar su primera comparecencia pública desde el estallido de la protesta para desmentir los rumores que lo situaban huyendo del país, como ya sucedió con el ex presidente de Túnez Zine El Abidine Ben Ali, el primer sátrapa que cayó ante el empuje de las revueltas que han explotado en el mundo árabe, que también ha derribado la dictadura de Egipto y se extiende ahora por países como Bahréin, Yemen o el propio Marruecos.

"Estoy en Trípoli, no en Venezuela como afirman esas emisoras televisivas de perros". Ataviado con un paraguas y desde el interior de un coche Muamar Kadafi se mostró así de breve, renunciando a los extensos discursos que acostumbraba en otro tiempo.

El cerrojo informativo que ha impuesto el régimen libio es total, pero todas las informaciones procedentes de Trípoli apuntan a un auténtico baño de sangre, en el que incluso informan de helicópteros y aviones militares ametrallando y lanzando bombas contra los manifestantes.La ONG Human Rights Watch denuncia alrededor de 200 muertos.

Crimen contra la humanidad Ante esta situación, la comunidad internacional comienza a pronunciarse. La alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, advirtió el martes a las autoridades libias que "los ataques sistemáticos contra la población civil pueden ser considerados crímenes contra la humanidad". "La brutalidad con que las autoridades libias y sus mercenarios tiraban con balas reales contra los manifestantes pacíficos es inadmisible", indicó Pillay en un comunicado.

Por su parte, la secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, dijo anoche en un comunicado que "el mundo está observando la situación en Libia con alarma" y que "es hora de detener este inaceptable baño de sangre". Clinton afirmó que está en contacto con otros Gobiernos para estudiar las medidas que es necesario adoptar.

Por otra parte, la Liga Árabe se reunirá este martes por la tarde en El Cairo para examinar la crisis en Libia. Allí se verán los embajadores de los 22 miembros de la organización.

El secretario de la Liba Árabe, Amr Musa, manifestó el lunes su "extrema inquietud" por la represión sangrienta de las manifestaciones en contra del coronel Muamar Kadafi en Libia, instando a que "censen todas las formas de violencia"

Precio del petróleo se dispara por las rebeliones
Agencias Noticiosas

El crudo tipo Brent ha llegado a acercarse a los 105 dólares el barril, después de la escalada de violencia que sacude el país norteafricano desde hace cuatro días.

Libia produce cerca de 1.600.000 barriles diarios y existe el temor a que el conflicto pueda interrumpir el suministro de hidrocarburos de ese país.

En el mercado de futuros londinense, el barril ha ganado cerca de 3 dólares en dos sesiones, situándose en torno a 105 dólares, al temerse que los levantamientos populares terminen afectando a otros países productores y exportadores de petróleo.

Es una revolución en la estación de servicio mundial, pues los países del Norte de Africa y del Medio Oriente proporcionan el 36% de la producción mundial de petróleo y poseen el 61% de las reservas.

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