domingo, 2 de octubre de 2011

El Mundo debería ser un Hospital

Por Richard M. Samour

En las parejas que se casan por primera vez el divorcio se presenta el 50% de las veces. Las que se casan por segunda vez, el porcentaje de divorcio es de 69%. Los que se casan por tercera vez el divorcio se presenta en el 92% de los casos.

El pasado jueves por la tarde visité un enfermo con deficiencia renal y que posiblemente recibiría tratamiento de diálisis. Para los que no saben “la diálisis es un proceso mediante el cual se extraen las toxinas que el riñón no elimina ya sea que no funcionen por una infección o por algún otro factor que no se haya determinado.

En todos los tipos de diálisis, la sangre pasa en un lado de una membrana semipermeable, y un líquido de diálisis pasa en el otro lado. Alterando la composición del líquido de diálisis.” Es una deficiencia que con el tiempo puede causar estragos más fuertes en el cuerpo y podría causar la muerte.

El paciente era un señor nacido en Morelos, México. De apariencia sencilla, y muy al estilo folklórico para hablar. O sea desde expresiones como “hijos de la chingada…, güey…hasta...” bueno los dejo a su imaginación. Yo también estaba en mi ambiente con el “léxico tan pulido mano.”

El paciente presentaba una depresión muy fuerte, se sentía triste por tener a los suyos muy lejos de su vida. Sin embargo al lado de su cama y su tristeza se encontraba su esposa. Una enfermera del hospital, arrecha y con los pantalones bien puestos. Una señora madura (entre 45 – 50) con la mente puesta en la enfermedad de su esposo, pero con el corazón y el alma confiados en “Dios, y la mamita de Guadalupe” (traduzco sus frases) obviamente son católicos, apostólicos y mexicanos.

Pude compartir con ellos mucho de su “love story,” desde “haberse limpiado su trasero en tiempos de enfermedad” (traduciendo sus frases) hasta la tristeza de no haber procreado hijos. Lastimosamente la vida no les premió con un hijo. Y qué pena lo que vivimos en nuestros tiempos, hay mujeres que no “se tocan los huevos” para abortar, y otras parejas no quieren más hijos en su segundo o tercer matrimonio porque esta “vida les puede arruinar su nueva relación.” Me imagino que la cama será lo más adecuado y lo más cómodo para “fortalecer” esta nueva relación.

Pero veamos lo bueno de la historia: Amigo(a)s ustedes que son casado(a)s ¿se imaginan limpiando el trasero a su esposo/esposa después de haber estado en el inodoro porque están enfermo(a)s?

¿Es el anillo para siempre? Yo te acepto a ti como mi esposo y prometo serte fiel en lo próspero y en lo adverso, en la salud y en la enfermedad, y amarte y respetarte todos los días de mi vida…recibe este anillo como signo de mi amor y de mi fidelidad.”

Esta semana alguien me dijo que esta clase de amor no existe; haciendo referencia a la historia anterior que les compartí de la señora con Alzheimer y que “eso solo se ven en las películas o en las novelas.” Y me vino a la mente la experiencia de Santo Tomás. El apóstol que “participó y experimentó” el ministerio de Jesús. Después de la crucifixión y cuando los otros apóstoles (seguidores fieles) le dijeron que habían visto a Jesús en vivo y a todo color, Tomás, el mismo que estuvo al lado de su maestro experimentando su amor, su misericordia, sus milagros “en vivo y a todo color” no les creyó y dijo… “hasta no ver no creer.” Uds conocen el resto de la historia.

El demonio se ha “empecinado” en el siglo XXI de destruir el reino de Dios destruyendo los valores (amor, esperanza y caridad) de las familias, y en consecuencia los hogares.

Semanalmente tenemos un “peer group” en el departamento en el cual todos los capellanes compartimos una experiencia que se haya tenido con nuestros pacientes. La mía de esta semana fue esta misma. Obviamente fue más objetiva, menos religiosa y más “porcentual.” Porque mis compañeros no son católicos y además son americanos, o sea “facts” es la palabra que se necesita para transmitir un mensaje. Presenté con datos tomados de la página del gobierno de USA el porcentaje de los divorcios en América:

Las parejas que se divorcian por primera vez representan el 50% ¿Qué significa? que de cada dos parejas se separa una. Las que se casan por segunda vez, el porcentaje de divorcio es de 69%, o sea más de una pareja, y los que se casan por tercera vez representan el 92%, en otras palabras su tercera experiencia no dura o dura poco tiempo.

¿Es el anillo para siempre? ¿Qué clase de anillo utilizan estos matrimonios? En otras palabras… ¿en qué o en quien se fundamentan estas parejas para su relación? ¿En el sexo, en la comodidad, en el dinero, en lo material, en los amigos, en sus trabajos…? Todo eso es parte…pero ¿Dónde quedó el amor? De algo estoy seguro que en el amor

no fue y mucho menos en Jesús ni en Dios… ¿Por qué? Porque Dios es amor, y para amar a Dios se debe experimentar el amor, Dios como les dije en mi reflexión anterior no es una religión, una misa, una confesión o incluso el santísimo sacramento del altar…

Dios ES ACCION, es una práctica, es una consecuencia de tu vida de oración y de tu testimonio ya seas católico, episcopal, o cualquier fe que se profesa; significa ser estimonio no solo con el mundo, si no que contigo mismo.

¿Qué paso con Tomasito? el anduvo con Jesús mucho tiempo… ¿pero por qué no creyó que Jesús podría resucitar? Porque quizá eso solo sucede en las películas de la Pasión o la vida de Jesús ¿cierto? No se puede creer en algo que no se haya experimentado. Y si no se ha experimentado es porque nunca se ha vivido y si nunca se ha vivido, es porque se ha llevado una vida superficial y quizá de mentiras.

Mi pregunta final es… ¿será que el mundo debería ser un hospital para poder experimentar el amor verdadero, la misericordia, la amistad, el dolor, la fe? ¿Qué clase de amor, misericordia, amistad, dolor y fe estamos practicando con los demás? ¿Qué clase de Dios, Jesús y María vives (practicas)? ¿Será que necesitas ir al cine o acompañarme en el hospital para creer?

Richard M. Samour. Seminarian of the Archdiocese of San Antonio, 4th Theology – Assumption Seminary 2600 West Woodlawn Ave. San Antonio, Texas 78228. www.rimisa.net

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