domingo, 13 de noviembre de 2011

Metidas de pata de famosos ante los micrófonos

Tomado de El Tiempo

Cuando una figura pública no sabe que está siendo oída, groserías y bromas terminan en titulares.

El episodio en el que el presidente francés, Nicolás Sarkozy, en conversación privada con su homólogo Barack Obama, tacha de 'mentiroso' al premier israelí, Benjamín Netanyahu, es uno más en una lista de salidas de tono de políticos y personajes públicos pillados in fraganti por culpa de los micrófonos abiertos. Desde el suspiro de Al Gore durante su debate con George W. Bush al príncipe Carlos diciendo que no aguanta a los periodistas, las víctimas abundan.

El episodio Sarkozy-Obama ocurrió porque los dos mandatarios se preparaban para una rueda de prensa y no sabían que los micrófonos estaban encendidos. Los miembros de la prensa que encendieron temprano sus receptores oyeron al estadounidense reclamarle a su homólogo francés por no avisarle que ese país iba a respaldar la solicitud palestina de reconocimiento ante la Unesco.

Obama se quejó sobre actitudes del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, a lo que Sarkozy dijo: "Ya no lo aguanto, es un mentiroso". La réplica de Obama fue: "Puede que no lo aguantes, pero yo tengo que tratar con él todos los días". Seis periodistas oyeron la charla, que duró alrededor de tres minutos. Cuando equipo del palacio presidencial se dio cuenta, por fin, del error, los micrófonos fueron apagados.

Algunos personajes son poco menos que especialistas en el error del micrófono abierto. Ese fue el caso del hoy ex presidente de EE. UU. George W. Bush. Desde que era candidato, en el 2000, fue pillado insultando a un reportero de The Washington Post en una charla con su fórmula vicepresidencial. Ya en la Presidencia, es famosa su charla con el entonces primer ministro británico Tony Blair durante una cumbre del G-8. Bush saludó a su interlocutor con un informal 'Yo, Blair!' y, sin saber que era escuchado, explicó su plan para el manejo de la tensión en Oriente Próximo: "Lo que deberían hacer es obligar a Hezbolah a dejarse de m...".

Pero las groserías al aire no son exclusivas de la administración Bush. A pocos meses de iniciar su presidencia, Barack Obama tuvo que lidiar con la expresión de júbilo de su vicepresidente, Joe Biden, por la aprobación de su reforma de la salud. Biden dijo: "This is a big fucking deal!" (Algo así como: "Qué put..."). Algo similar, pero en otro tono, dijo su antecesor, Dick Cheney, que en un rapto de furia le espetó a un senador, en la sala de plenarias del Senado: "Go fuck yourself!" (Traducible como: "Vete a la m...").

Hasta Britney

De las embarradas no se salva ni siquiera Britney Spears, que se trenzó en una discusión tras bastidores antes de su concierto más concurrido, en Río de Janeiro. Gracias a la maldición del micrófono, la pelea fue escuchada por casi 200.000 personas.


No hay comentarios:

Publicar un comentario