martes, 15 de noviembre de 2011

Pelea Pacquiao versus Marquez refleja corrupción en el boxeo

Tomado de Guru Politico


Por Luis Angel Perez Gomez

Alguna vez, cualquiera de nosotros ha sido testigo, víctima o participante de alguna actividad que involucre corrupción. Estamos tan acostumbrados a ejercerla y practicarla, que para algunos es una constante y para otros se vuelve una forma y filosofía de vida. Pareciera como si lo trajéramos en el ADN y viniéramos programados para tarde o temprano corromper o corrompernos.

Actualmente, la corrupción se presenta en muchas formas y en diferentes ámbitos de nuestra vida. Corromper para evadir la justicia, corromper para realizar un trámite, corromper para conseguir algún puesto laboral, corromper para obtener algún beneficio económico o corromper para sacar provecho y ventaja de cualquier situación posible.

Decimos que existe mucha corrupción en la sociedad, sin darnos cuenta que nosotros integramos a esa sociedad la cual denominamos corrupta. El ejemplo clásico es el gobierno y las instituciones públicas, pero hay que tener en mente que no son las únicas y que la corrupción ha logrado entrar hasta en los ámbitos más “sanos” como el deporte. Este fin de semana, fuimos testigos de un acto más de corrupción y en está ocasión fue en el boxeo en donde los intereses económicos prevalecieron antes que la justicia y el espíritu deportivo.

La pelea que protagonizaron el mexicano, Juan Manuel Márquez, y el filipino, Manny Pacquiao, parecía ser el episodio final de una rivalidad que había llegado al límite, sin embargo, los jueces fueron los protagonistas del embate al dar el triunfo al filipino, cuando claramente nuestro compatriota fue el ganador.

Fue tan claro, que al terminar el último round, Manny regresó a su esquina sabiendo que había perdido la pelea, mientras que el mexicano terminó la pelea con los brazos en alto y sólo esperando la decisión de los jueces para confirmar lo que todos habíamos presenciado, pero la decisión no fue la esperada. La decepción por el fallo de los jueces no se hizo esperar y, rápidamente, empezaron a surgir las teorías sobre la corrupción y manipulación del resultado obtenido.

Me queda claro que en el boxeo y más aún, en las peleas importantes; ya todo está arreglado y por más que un deportista haya dado su máximo y conseguido lo suficiente para salir triunfante, el poder y el dinero ya decidieron desde hace mucho el resultado de una pelea.

Confirmo una vez más que los jueces, algunos honestos y otros corruptos, no son más que títeres de las altas esferas del poder y que los promotores tienen como encomienda principal cuidar los arreglos económicos que ya fueron establecidos. Sin duda alguna, aquí perdemos todos. Los aficionados, los boxeadores, la sociedad, pero sobre todo el deporte.

El boxeo ha perdido credibilidad, si es que la tenía, y la profesión del boxeador ha sido fuertemente lastimada al anteponer los intereses alrededor del deporte antes que su esfuerzo y profesionalismo. La corrupción no es exclusiva de los órganos públicos, es una enfermedad que penetra en cualquier sector; mientras que los hombres que corrompen a las instituciones o eventos deportivos, siguen gozando de total impunidad.

Estudiante de Economía y Finanzas del ITESM CEM, Presidente de la Sociedad de Alumnos en Economía (SALEC), escritor de La Revolución del Pensamiento y de la revista universitaria Espacio Latinoamericano. Twitter: @LuisAngel_Perez Correo Electrónico: angel_lp01@hotmail.com Web: www.revoluciondelpensamiento.com

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