Por José de Córdoba
CIUDAD DE MÉXICO — Cada vez que un capo del narcotráfico de México o Colombia es capturado usualmente sucede lo siguiente: es extraditado a Estados Unidos y accede a un acuerdo a puerta cerrada con los fiscales para entregar información sobre el tráfico de drogas a cambio de una reducción de su sentencia. El público se entera de poco o nada de los detalles.
Sin embargo, el juicio que se avecina del hijo de uno de los principales narcotraficantes de México ha roto todas las reglas. En esta ocasión, Jesús Zambada Niebla se va a batir mano a mano con los fiscales estadounidenses, con ambas partes intercambiando acusaciones que han causado inquietudes en ambos lados de la frontera.
En las mociones presentadas antes del juicio, Zambada argumenta que el gobierno de EE.UU. permite que el cartel de Sinaloa, la organización criminal más poderosa de México, envíe toneladas de drogas a EE.UU. a cambio de información sobre los otros carteles.
Zambada, de 36 años, no es un acusado común y corriente. Él es el hijo de Ismael "El Mayo" Zambada, el colíder del cartel de Sinaloa junto al narcotraficante más famoso de México, Joaquín "El Chapo" Guzmán.
El gobierno estadounidense ha negado las acusaciones, pero ha reconocido en documentos presentados a la corte que recibió información de un socio cercano de estos dos líderes del cartel por años.
Este enfrentamiento provee una inusitada mirada a la forma en la que funciona el cartel de Sinaloa y la compleja y ambigua relación que los narcotraficantes y miembros de las agencias antidroga tienen con los informantes que funcionan como mensajeros entre los dos campos.
Jesús Zambada fue arrestado en México a principios de 2009, después de una controversial reunión con agentes estadounidenses en el Hotel Sheraton a una cuadra de la Embajada de los Estados Unidos en Ciudad de México y fue extraditado a EE.UU. en 2010. El juicio a Zambada en Chicago está programado para comenzar este año. Las acusaciones fueron hechas como parte de su defensa en documentos presentados antes del juicio a los que tuvo acceso The Wall Street Journal.
Zambada no niega ser narcotraficante, pero dice que lo hizo con el permiso de los miembros de la agencia anti drogas de EE.UU. y que se le prometió inmunidad como parte de un acuerdo con el gobierno de ese país.
Hasta el momento, los documentos presentados han arrojado sorprendentes revelaciones. Tanto los funcionarios estadounidenses como Zambada aseguran que uno de los principales miembros del cartel de Sinaloa ha sido un informante de EE.UU. por años.
El supuesto informante es el abogado mexicano Humberto Loya, quien ha sido uno de los principales confidentes de Guzmán y de Ismael Zambada, según documentos juramentados presentados a la corte. Una acusación del gobierno estadounidense de Loya y otros capos del cartel de Sinaloa en 1995 describió el supuesto papel de Loya en los pagos a funcionarios del gobierno mexicano y la alteración de documentos legales para proteger al cartel.
Una vez, según la acusación, Loya supuestamente pagó a un funcionario policial mexicano US$1 millón para liberar al hermano de Guzmán de custodia policial.
Tanto los abogados de Zambada, como la fiscalía de EE.UU. se abstuvieron de hacer comentarios. Se desconoce el paradero de Loya. Guzmán e Ismael Zambada son fugitivos de la justicia.
En 2000, Loya accedió a cooperar con los funcionarios estadounidenses al entregar información sobre las operaciones de tráfico de drogas de carteles rivales, según documentos presentados por la fiscalía.
Un agente de la DEA dijo que Loya fue el encargado de entregar la pista que condujo a la mayor incautación de cocaína en la historia de México, 23 toneladas de la droga pertenecientes a su rival, el cartel de Juárez, que fueron confiscadas en 2007, según un documento presentado por Patrick Hearn, un fiscal estadounidense.
En 2008, el director de la DEA para Ciudad de México, David Gaddis recomendó que el gobierno estadounidense abandonara los cargos presentados contra Loya en 1995. Los fiscales aceptaron esta recomendación.
"Fue la única vez en la que estuve involucrado en solicitar que se descartaran los cargos presentados contra un acusado que ha cooperado", escribió el agente de la DEA., Manuel Castañón en un documento presentado a la corte.
El supuesto papel de Loya es clave en la defensa de Jesús Zambada. Los abogados de Zambada argumentan que EE.UU. le dio a su cliente y a los líderes más importantes del cartel de Sinaloa inmunidad a cambio de información a través de Loya desde "al menos" 2004.
"Bajo ese acuerdo, el cartel de Sinaloa, bajo el liderazgo del padre de Zambada, Ismael Zambada y el "Chapo" Guzmán recibieron carta blanca para continuar introduciendo toneladas de drogas ilegales… a los Estados Unidos", escribieron los abogados de Zambada. Los fiscales de EE.UU. rechazaron estas acusaciones como "completamente falsas". También indicaron que Guzmán e Ismael Zambada han sido acusados en ausencia varias veces y ambos han sido puestos en las listas de alta prioridad de captura de narcotraficantes del gobierno estadounidense. Jesús Zambada también fue acusado de narcotráfico en 2003.
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