sábado, 14 de enero de 2012

Industria Automotriz estadounidense resurge en medio de la crisis

Tomado de The Wall Street Journal

Por Jeff Bennett y Neal E. Boudette

AUBURN HILLS, Michigan, EE.UU.—Sergio Marchionne se paseaba el mes pasado por el gigantesco taller de diseño de Chrysler Group LLC mientras inspeccionaba una versión moderna y compacta del Dodge Dart que pronto saldrá al mercado. De improviso lanzó una idea audaz: "Vamos a intentar quedarnos con algo de participación" en el segmento de autos pequeños, sentenció, mientras le daba una pitada a su Marlboro.

Hasta hace poco, una declaración así de parte del líder de Chrysler hubiera provocado estruendosas carcajadas. Durante una generación, la empresa y sus dos vecinas de Detroit, Ford Motor Co. y General Motors Co., cedieron el liderazgo de los vehículos de pasajeros a sus rivales japoneses. Conforme se dedicaban a fabricar camionetas y todoterrenos que satisfacían los gustos locales, producían autos que a menudo eran aburridos y a veces tenían años de atraso en cuanto a tecnología y calidad.

Al mismo tiempo, Toyota Motor Corp. y Honda Motor Co. empezaron a conquistar adeptos para sus autos de tamaño familiar y compactos —Camry, Accord, Corolla y Civic— y usaron esa base para sostener una expansión de 30 años que dejó a los fabricantes de Detroit al borde del colapso.

En América Latina y otros mercados emergentes, en cambio, Ford y GM se beneficiaron de la expansión de la demanda, lo que contribuyó a atenuar los embates provenientes de los mercados desarrollados.

Hoy, hay renovadas señales de que Chrysler, Ford y GM están de vuelta. Después de realizar penosas reestructuraciones —GM y Chrysler tuvieron que acogerse a la protección por bancarrota respaldadas por el gobierno— las tres automotrices de Detroit son rentables. En lugar de tener que dedicar grandes cantidades a financiar costos laborales y beneficios para jubilados, están invirtiendo en la ingeniería y el diseño de vehículos que pueden competir palmo a palmo con los mejores de la industria.

Armadas con un portafolio de modelos atractivos, que ahorran combustible y repletos de los últimos adelantos tecnológicos, las resucitadas automotrices de Detroit insisten en que tienen una oportunidad histórica de alcanzar a sus competidores japoneses y recuperar el liderazgo en Estados Unidos y Canadá.

Los inversionistas no están totalmente convencidos.

Las acciones de Ford, que llegaron a estar por debajo de US$2 en los días difíciles de 2009, cerraron el lunes a US$11,80, por debajo de los US$18,50 de un año atrás. Las acciones de GM, que ahora se cotizan a alrededor de US$22,86, siguen por debajo de su precio de salida a bolsa de US$33 en 2010.

Los temores a que una nueva desaceleración reduzca las ventas globales y la preocupación de que las ganancias del año pasado correspondieron, en su mayor parte, a todoterrenos y camionetas han ahuyentado a los inversionistas. Los vehículos deportivos y las camionetas son más rentables pero una sobredependencia ayudó a hundir el negocio hace cuatro años cuando los precios del combustible se fueron a las nubes.

El optimismo, no obstante, es palpable. "El resurgimiento de Detroit es real", insiste Mike Jackson, presidente ejecutivo de AutoNation Inc., una cadena de concesionarias. "La fundación son los autos nuevos que entusiasman, y los modelos de negocios viables y sustentables que han implementado estas empresas. Es absolutamente revolucionario para esta ciudad", asegura.

Chrysler presentó ayer el Dodge Dart, en la inauguración del Salón del Automóvil de Detroit. Ford dio a conocer un rediseño muy anticipado de su sedán Fusion mientras que GM mostrará el Cadillac ATS, un pequeño sedán deportivo que fue diseñado para competir de igual a igual con la Serie 3 de la automotriz alemana de lujo BMW AG.

Las ventas de las automotrices de Detroit crecieron 13% en EE.UU. el año pasado para ascender a poco más de dos millones de unidades, según la consultora Autodata Corp. En cambio, las ventas de Toyota, Honda y Nissan Motor Co., todas las cuales tuvieron problemas de producción luego del terremoto de marzo en Japón, cayeron 3% a 2,18 millones de autos.

Detroit cuenta con una ventaja porque su nueva generación de autos son parecidos y a veces superan a los modelos de Toyota y Honda con los que compiten.

El subcompacto Fiesta de Ford, el Focus, de mayor tamaño, y otros modelos vienen con un sistema de entretenimiento operado por voz que es todo un éxito entre los veinteañeros. El Chevrolet Cruze, lanzado en 2010, incluye 10 airbags; el Corolla sólo seis.

El renovado foco de los fabricantes estadounidenses en los vehículos de pasajeros se produce cuando Toyota y Honda, los dos rivales que más han aventajado a las automotrices estadounidenses en los últimos 25 años, pasan por un momento delicado. "Será una lucha despiadada ahora que los fabricantes estadounidenses regresan con nuevos diseños y funciones", dice Jeff Schuster, analista de LMC Automotive. "A Toyota y Honda les va a costar recuperar el ímpetu con el que venían antes de la recesión".

No hay comentarios:

Publicar un comentario