Tomado de Long Island al Día
Lialdia.com - En nuestros tiempos es más común oír sobre este tema, además de ser muy controversial dentro de todas las sociedades del mundo, es uno de los mayores problemas de los útimos tiempos.
Creo que todos saben lo que es, pero aquí tenemos un concepto: es la muerte de un niño o niña dentro del vientre de su madre por cualquier causa. En sentido lato, aborto es la muerte del producto de la concepción y su expulsión del organismo materno en cualquier fase de su desarrollo pre-natal.
El aborto se produce por varias causas una de ellas es la natural, en la que el propio organismo de la mujer hace el trabajo. Esto puede ocurrir por causas naturales que no dependen de la voluntad humana o de la interferencia externa. Es el llamado aborto espontáneo, como consecuencia de alteraciones del organismo materno o accidentes sufridos por la madre durante el embarazo.
Perder a un bebé antes de que nazca puede ser muy doloroso. Y en algunas parejas que están esperando un bebé el miedo a tener un aborto natural puede llegar a anular la emoción y la alegría del embarazo.
Lamentablemente, los abortos naturales son bastante frecuentes. Como promedio, uno de cada cinco embarazos acaba en aborto, la mayoría durante el primer trimestre.
En la mayoría de los casos, el aborto no se puede prevenir porque es el resultado de una mutación cromosómica o de un problema en el feto que ocurre durante la concepción o las primeras fases del desarrollo fetal. Dicho esto, ciertos factores —como la edad, fumar, beber alcohol y los antecedentes de aborto natural— aumentan las probabilidades de que una mujer tenga un aborto.
Cuando en este artículo utilicemos el término “aborto”, siempre nos estaremos refiriendo al aborto voluntario, provocado, directo, doloso. O sea, a toda y cualquier intervención, por medios quirúrgicos o farmacológicos, que tenga por finalidad matar o expeler el producto de la concepción, desde el momento en que ésta se inicia hasta el nacimiento, es decir, a lo largo de toda la vida pre-natal.
Un óvulo fecundado o cigoto posee, tiene reunidos en parejas, 23 cromosomas de la madre y 23 del padre. El ser fecundado es un individuo irrepetible, dotado de una estructura genética única, programada por el ADN, distinta a la de la madre.
Nadie se ha dado a sí mismo ni el cuerpo ni ningún componente de su ser. El padre y la madre son dueños del acto sexual y no del fruto de ese acto. Aunque jurídicamente la mujer sea dueña de su cuerpo, éste también es un núcleo de responsabilidades sociales, por ser el lugar en el que ha comenzado una nueva vida. Y esta vida nueva plantea derechos y responsabilidades. La responsabilidad que contraen la mujer y el hombre al engendrar no conlleva un derecho de decidir sobre la muerte de su hijo.
El nuevo ser depende de condiciones externas, ambientales y maternales; pero eso no añade nada a su ser sustancial, ni lo define como parte del organismo materno. Tampoco después de nacer puede un niño vivir independientemente de la madre o de los cuidados apropiados. No es independiente hasta la madurez. A este niño, ¿cabría negarle el derecho a seguir viviendo?
Los conocimientos biológicos confirman que en los 46 cromosomas del óvulo fecundado están ya inscritas todas las características del individuo: sexo, talla, color de los ojos y de los cabellos, forma del rostro y hasta temperamento.
El embrión muestra una enérgica individualidad en su funcionamiento. Al sexto día, con sólo milímetro y medio de longitud, comienza a estimular, con un mensaje químico, el cuerpo amarillo del ovario materno para suspender el ciclo menstrual y no ser expulsado. Es una primera afirmación de autonomía. Al decimoctavo día de vida (cuatro después de la falta de la regla) empieza a formarse el cerebro. Su minúsculo corazón late desde el día 21. A los 45 días después de la falta de la regla, el embrión mide 17 milímetros de largo. Tiene manos, pies, cabeza, órganos y cerebro, pudiéndose registrar ondulaciones en el electroencefalograma. A los 60 días de la falta, funciona ya su sistema nervioso.
Después de la concepción, no hay un paso del no ser, al ser humano. La vida humana está siempre en despliegue, y sólo relativamente pueden distinguirse fases en ella.
Hace cuarenta años un niño era viable a las 30 semanas. Hoy puede serlo a las 20 semanas; y sobran indicios para pensar que en breve lo pueda ser a las 12 o 15 semanas.
Las mujeres deciden abortar por muchas razones:
• No poder mantener al bebé en ese momento.
• Los padres se enojarían y estarían desilusionados, y hasta podrían echarlas de la casa.
• Si tienen el bebé no van a poder terminar la secundaria, ni podrán ir a la universidad y se quedarán sin una carrera.
• El papá del niño o de la niña no va a ayudar.
• Tener una niñ@ no sería saludable ni para la mujer, ni para el bebé.
• No tienen el dinero para cuidar a un bebé.
• Fueron embarazadas por causa de incesto o violación.
Se pueden añadir:
* Se puede dañar el cuerpo de la mujer.
* Soy dueña de mis decisiones, soy libre.
* Todavía, no es mi tiempo
* Ya tengo muchos niños y no quiero uno más y muchos otros etcéteras.
Existen muchos medios para terminar con un embarazo y estos métodos de aborto son muy recientes y lo practican mujeres de todas clases, algunas en clínicas clandestinas porque en sus países es prohibida esta práctica, en otros países es legal como en EE.UU, en donde es normal la propaganda sobre los abortos y se anuncian a la entrada de las clínicas, con precios accesibles en general. No entraremos en ennumerar los procedimientos para abortar, porque lo que tratamos aquí se refiere a la concepción, a la vida.
Pero es contradictorio que en ciertos países se promueva esta práctica cuando se acepta la Declaración de los Derechos Humanos, en la cual el derecho a la vida es inalienable, es el derecho fundamental de todas las sociedades del mundo.
Pero se debe recordar que existen formas de evitar un embarazo no deseado y son los métodos anticonceptivos, de los cuales existen varios como la pildora, el condón, etc. Se debe educar a la juventud para que más muertes de niños que aún no nacen y de sus madres ya no sigan ocurriendo, porque las mujeres que se practican estas cirugias, especialmente en clínicas clandestinas, pueden sufrir alguna mala práctica médica.
Pero al momento sigue sin resolverse este gran problema, sin saberse si es o no un derecho, o si es o no un crimen.
¿Usted qué opina?
Especial para El Gordo y Compañía, en la Fiesta 98.5 FM
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No hace falta ser católico para, como poco, tener muchas dudas con el aborto, excepto en algunos casos. Quizás dentro de cientos de años cuando la Historia estudie esta época nos consideren asesinos por el aborto del mismo modo que nosotros consideramos como tal costumbres que en el pasado eran aceptadas.
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