sábado, 14 de septiembre de 2013

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: TRASTORNO MANIACO-DEPRESIVO



       El trastorno maníaco-depresivo es poco común en los niños pequeños; suele comenzar en la adolescencia y también en la primera etapa de la adultez (antes de los 35 años). Esta enfermedad puede afectar a cualquiera; sin embargo, si uno o ambos padres sufren el desorden, hay mayor probabilidad de que los hijos también lo desarrollen.

       Los adolescentes con el desorden maníaco-depresivo sufren cambios de humor continuos, entre extremadamente agitados (fase maníaca) y deprimidos.  La agitación puede alternar con la depresión, o puede sentir los dos extremos casi al mismo tiempo.

Este desorden también es conocido como trastorno bipolar.

       El desorden maníaco-depresivo puede comenzar tanto con síntomas maníacos como con síntomas depresivos.

LOS SÍNTOMAS MANÍACOS INCLUYEN:

·    Cambios de humor pronunciados en comparación a otros jóvenes de la misma edad. De repente puede pasar de sentirse exageradamente contento y risueño a estar demasiado irritable.

·    Sensación de estar en un nivel sobrehumano, por ejemplo, sentirse especialmente próximo a Dios, a lo oculto, etc.

·    Aumento extraordinario de energía y la capacidad de estar mucho tiempo sin dormir y no cansarse.

·    Hablar muy rápido, no parar de hablar, cambiando de tema constantemente y no dejando que lo interrumpan.

·    Distracción, la atención del adolescente pasa de una cosa a otra constantemente.

·    Conductas arriesgadas, irrespeto al peligro.

LOS SÍNTOMAS DEPRESIVOS INCLUYEN:

·    Tristeza persistente, llanto frecuentemente, depresión.

·    Disminución en la capacidad de disfrutar de sus actividades preferidas.

·    Quejas frecuente de malestares físicos, tales como dolor de cabeza y de estómago.

·    Poca energía, mala concentración, aburrimiento.

·    Cambio notable en el apetito o en el sueño, tales como comer o dormir demasiado, o lo contrario.

       Algunos de estos síntomas se parecen a otros que ocurren en el adolescente por otros problemas, tales como el abuso de drogas, delincuencia, trastorno por déficit de atención debido a hiperactividad, o hasta la esquizofrenia.

El diagnóstico sólo se puede hacer después de observar cuidadosamente un largo periodo de tiempo, al adolescente.  Una evaluación minuciosa por un especialista puede ayudar a identificar los desórdenes maníaco-depresivos u otros, y a comenzar el tratamiento específico pertinente.

       Los adolescentes con desorden maníaco-depresivo pueden ser tratados efectivamente.  

El tratamiento incluye, por lo general, el proveer educación e información al paciente y a su familia acerca de la enfermedad, el uso de medicamentos estabilizadores tales como el litio, y la psicoterapia.
       El litio reduce el número y la severidad de los episodios maníacos y ayuda también a prevenir la depresión. La psicoterapia ayuda al adolescente a entenderse a sí mismo, a adaptarse al estrés, a rehacer su autoestima y a mejorar sus relaciones.

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro.  

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