viernes, 11 de febrero de 2011

Perspectivas de la visita de Obama a El Salvador: apoyo a Funes, reprimenda al FMLN

Por Luis Montes Brito
Para
Diario El Mundo de El Salvador

El mandatario salvadoreño es visto internacionalmente como un izquierdista pragmático y moderado. Desde su triunfo electoral, ha sido sometido a agresivas presiones por parte de los radicales del FMLN.

La visita a Latinoamérica anunciada por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, durante su reciente discurso del “Estado de la Nación” está contemplada dentro del nuevo juego de ajedrez político global. Su consejo asesor de política exterior seleccionó meticulosamente los países a visitar basado en criterios económicos y de seguridad estratégica, naturalmente, sobreponiendo los intereses del país del norte.

Es así como en Sudamérica seleccionaron a Brasil, la economía más grande latinoamericana y a Chile por los fuertes lazos económicos a través del tratado de libre comercio, hechos que no solo los vuelve independientes e inmunes a los petrodólares de Hugo Chávez, sino se convierten en contra peso regional de éste.

En la región centroamericana, la lucha antidrogas tuvo un peso importante en la selección del país, así como el fortalecimiento de los asuntos de defensa hemisférica. Basado en lo anterior se infiere que Nicaragua con el gobierno de Ortega estaba descontada de entrada; Honduras, un país que está trabajando por restablecerse plenamente en los diferentes foros internacionales, la legitimidad de su gobierno todavía es cuestionada por varios gobiernos; Guatemala, cuyo gobierno coqueteó inicialmente con el ALBA rectificando posteriormente, está en un año electoral y la visita del presidente estadounidense se hubiera politizado internamente, situación en la que Washington tiene cero interés de involucrarse; en Costa Rica, país con una sólida democracia y claramente distanciado de gobiernos autoritarios y enemigos de Estados Unidos, la visita no tendría el valor agregado deseado; finalmente restaba El Salvador.

El Salvador, punto clave en el tablero de ajedrez durante la Guerra Fría, aliado estratégico tradicional de Estados Unidos, ahora debido a la pugna entre el presidente Funes y su partido se ha convertido nuevamente en el centro de la batalla geoestratégica que se disputa en la región latinoamericana entre las democracias liberales y los países seguidores del Socialismo del Siglo XXI.

El mandatario salvadoreño es visto internacionalmente como un izquierdista pragmático y moderado. Desde su triunfo electoral, ha sido sometido a agresivas presiones por parte de los radicales del FMLN, a grado tal que solicitó auxilio a los gobiernos brasileño y estadounidense, manifestando temer por su integridad física y la de su familia, por lo que el máximo representante de la embajada estadounidense escribió en agosto de 2009 sendos informes trasladando la solicitud de apoyo a Washington en cables secretos que más tarde fueron filtrados por WikiLeaks.

Fue revelado que la línea radical efemelenista desde el Organismo de Inteligencia del Estado apoyada por la inteligencia cubana y venezolana, acecha al presidente incluso en sus llamadas telefónicas y no responde a la autoridad de Funes, trabaja alineada a Chávez como quedó demostrado en la infiltración al territorio hondureño del derrocado presidente Zelaya, hecho en el cual visitó el país para coordinar dicho acto el propio canciller venezolano, todo lo cual fue escondido al presidente salvadoreño.

En la decisión de la visita de Obama a El Salvador, la nueva embajadora Carmen Aponte ha jugado un papel destacado. Ella ha llegado a desempeñarse con una nueva visión de mayor apertura, participación y cercanía en su gestión diplomática que sin duda ha resaltado en Washington la urgente necesidad de apoyar a Funes para defenderlo del ala radical de su partido que le ha declarado la guerra en las calles y también para fortalecer la posición del presidente salvadoreño ante un reducido pero poderoso grupo de la oposición radical.

La visita de Barack Obama a El Salvador si bien es cierto es un éxito para Mauricio Funes no deja de ser un apoyo simbólico ya que las peticiones salvadoreñas de cientos de millones de dólares en donación a través de un segundo FOMILENIO y sobre todo la de una solución migratoria permanente para los salvadoreños con TPS no pasarán de meras declaraciones bien intencionadas en la prensa.

Tomando como referencia la recién efectuada visita del zar antidrogras estadounidense a El Salvador, el FMLN sufrirá un nuevo revés público. El principal responsable del gobierno salvadoreño en materia de seguridad pública, Manuel Melgar, será nuevamente marginado de las negociaciones de los tratados bilaterales. Indudablemente, este constante repudio hará difícil para los asesores políticos efemelenistas lograr disimular semejante bochorno.

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