martes, 1 de febrero de 2011

Wikileaks sobre Honduras muestran al derrocado Zelaya como oportunista

Tomado de El Nuevo Herald

Por ANTONIO MARIA DELGADO

Cables diplomáticos divulgados por Wikileaksk muestran al derrocado presidente hondureño Manuel Zelaya como un oportunista sin escrúpulos que inició su gobierno con una clara inclinación a favor de Estados Unidos, pero que luego se lanzó a los brazos del ALBA con expectativas de que esta alianza le ayudara a prolongar su mandato.

Los cables, elaborados por la embajada estadounidense en Tegucigalpa, también señalan que la asistencia petrolera ofrecida por Venezuela al gobierno de Zelaya venía con condiciones, incluyendo que Honduras declarara que no consideraba a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) como una organización terrorista.

Un informe diplomático elaborado 45 días después de la inauguración de Zelaya, en marzo del 2006, reportó que el nuevo presidente hondureño era "claramente un amigo del gobierno de Estados Unidos'' pese a la presencia de ‘‘voces radicales y populistas dentro de su administración''.

"Zelaya ha actuado con firmeza para concluir el CAFTA y asegurar su implementación, respalda los esfuerzos del gobierno estadounidense contra el narcotráfico, ha cooperado sobre temas de deportaciones y ha aceptado la asistencia del departamento de Defensa [de Estados Unidos] en la elaboración de una Estrategia de Seguridad Nacional Hondureña'', señaló el cable.

Pero incluso en ese entonces, las autoridades diplomáticas expresaron dudas en torno al ex gobernante hondureño, quien fue derrocado en junio del 2009, señalando que Zelaya se mostraba dividido por las voces disonantes dentro de su propio gobierno y que en ocasiones se dejaba llevar por dirigentes que comenzaban a "mostrar sus verdaderos colores''.

"Nos da la impresión de que Zelaya es un político pragmático pro estadounidense'', resaltó el cable.

‘‘Pero [...] está en algo cautivado por las fuerzas que compiten entre sí dentro de su propio partido'', el Partido Liberal de Honduras (PLH).

A finales del 2007, un marcado cambio comenzó a notarse en el gobierno del ex presidente hondureño, cuya política exterior comenzó a girar hacia los países de la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA), con Zelaya manifestando deseos de ingresar a esa organización para finales de ese año.

Un acercamiento al ALBA, y particularmente al gobierno de Hugo Chávez, era una propuesta polémica dentro del país, pero prometía brindar grandes beneficios para el mandatario hondureño, debido a que abriría la posibilidad de obtener asistencia por parte de Petrocaribe, firma que suministra crudo venezolano a términos de financiamiento muy favorables, según un cable elaborado en enero del 2008.

Este acercamiento, podría tratarse de "un esfuerzo para revitalizar su base política al alinearse más de cerca con Chávez [...] y un esfuerzo por conseguir suficiente efectivo para pasear con facilidad en los últimos dos años de su presidencia'', resaltó el cable.

Pero esa oferta de ayuda vino acompañada de ciertas condiciones, una de las cuales fue planteada por el mismo Chávez en la visita que realizó a Honduras ese mismo mes.

"Durante su visita a Honduras del 16 de enero, fuentes nos dicen que el presidente venezolano Hugo Chávez le pidió al presidente Zelaya que removiera a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) de cualquier lista de terrorismo o que reconociera públicamente que no era una organización terrorista'', señaló otro de los cables.

El gobierno de Honduras, que en realidad no tenía lista de organizaciones terroristas, aparentemente accedió y dijo posteriormente a través de su canciller que condenaba todo tipo de ataques terroristas, pero que en el caso de las FARC, consideraba que se trataba de un asunto interno de Colombia que debía ser resuelto por los colombianos.

Ya a mediados de ese año, la transformación de Zelaya parecía completa, desembocando en un enfrentamiento entre él y el ex presidente del Congreso Roberto Micheletti, quien pese ha haber estado opuesto al ingreso del país al ALBA seguía siendo un importante aliado político del ex gobernante.

"Micheletti y Zelaya se reunieron el 15 de agosto y protagonizaron un gran rompimiento'', relató otro de los cables. "Zelaya [...] declaró que su gobierno seguiría avanzando hacia un sistema socialista, a lo cual Micheletti contestó: ‘Entonces lo harás sin mi'''.

El año siguiente, las intenciones de Zelaya de seguir gobernando eran claras y comenzó a promocionar la realización de un plebiscito nacional contemplando la posibilidad de eliminar los límites vigentes al período presidencial. La iniciativa fue declarada ilegal por el Tribunal Supremo Electoral, la Fiscalía General, la Corte Suprema de Justicia, el Congreso e incluso el propio partido de Zelaya.

La decisión de Zelaya de realizar el plebiscito de todas maneras motivó el golpe de Estado en su contra en junio de ese año.

Un año antes del derrocamiento, el embajador estadounidense ante Honduras, Charles Ford, había advertido que las relaciones bilaterales entre los dos países serían sumamente difíciles en el último año de Zelaya.

En un cable que muestra el círculo completo sobre la evolución de Zelaya, Ford escribió que el gobernante "no era un amigo'' de Estados Unidos y que su aspiración fundamental era el dinero.

"El principal objetivo de Zelaya [en la presidencia] es enriquecerse él y a su familia'', escribió el diplomático. "También existe un Zelaya siniestro que se rodea de algunos asesores cercanos con vínculos al crimen organizado de Venezuela y de Cuba''.

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