sábado, 9 de julio de 2011

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: FOLCLORICO Y CRIMINAL

Por Dra. Margarita Mendoza Burgos

He leído la noticia del salvadoreño detenido en Milán, Italia, por intento de asesinato. Al parecer, el señor, probablemente urgido por sus necesidades fisiológicas, no tuvo reparo en liberarse de las mismas “a la salvadoreña”, es decir, en la vía pública. Una mujer que lo observó, le recriminó su actitud, y el señor reaccionó también a la salvadoreña, es decir, impulsiva y violentamente. Apuñaló a la víctima porque un arma blanca es lo que tenía a mano. Igual hubiera usado un arma de fuego de tenerla a mano, o si no, los puños, que siempre están a mano.

Me interesé en leer los comentarios generados por la noticia, y aunque bastantes de ellos desaprueban lo sucedido y se avergüenzan de que el nombre de El Salvador se manche con sucesos como éste, son también bastantes los que lo justifican en alguna manera. Pero lo que más me ha llamado la atención es que casi todos estos últimos comentarios aludían al hecho de orinar el la vía pública, que no deja de ser un asunto menor dentro de esta historia, sin a penas hacer mención a lo realmente grave que fue la respuesta violenta que a punto estuvo de acabar con la vida de la señora.

Ello es prueba evidente de que hay una identificación cultural por una parte de la población. Es decir, todos estos comentarios podrían resumirse así: “Si el señor andaba apurado, algo tenía que hacer, y en El Salvador así se hace. Y como la señora le recriminó, el hombre tenía que defender su orgullo (En El Salvador también así se hace)”; y eso es lo que probablemente pensó el protagonista. Así de simple es la forma de pensar de muchos de nosotros. Me recuerda a las quejas y argumentos de tantos salvadoreños (y demás latinos) cuando son detenidos en USA por manejar vehículos en estado de ebriedad (“total, si yo solo tomado andaba”).

No fue hace mucho que se acordó la imposición de multas por orinar en la vía pública de San salvador. Después, tardó bastante en imponerse la primera multa. Yo no sé si se sigue haciendo, pero si sé que las esquinas de muchas zonas hieden igual que siempre. De la misma forma que sigue habiendo numerosos heridos o muertos a consecuencia de pleitos insignificantes o estúpidos. Y estamos acostumbrados a que eso sea así en El Salvador, y pretendemos que los demás, donde quiera que sea, acepten las cosas así también. Así de cachimbones somos.

En cada cosa que hacemos o decisión que tomamos consideramos únicamente nuestra conveniencia momentánea. No son asuntos a considerar ni el interés, la higiene o la seguridad pública, ni el civismo, ni los derechos, ni la seguridad, ni siquiera la vida de terceras personas, ni siquiera nuestra propia conveniencia futura. Y no los consideramos porque no los valoramos. Y no es una cuestión de pobreza, como algunos apuntan; es simplemente cuestión de educación; no de la académica que se aprende en la escuela, sino de educación humana, de valores, de la que se debe (o se debería) aprender en familia. Claro, que si tantísimas familias no existen, o no cumplen su función, no es sorprendente la brecha educativa entre unos y otros. De hecho, el subdesarrollo está en la educación; el económico no es más que una consecuencia.

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

www.dramendozaburgos.com

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma. Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después. Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro.

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