domingo, 25 de marzo de 2012

Historias Extraordinarias de Gente Ordinaria

Por Waldemar Serrano-Burgos

En los pasado días hemos estado trabajando en un proyecto en el cual tuvimos la oportunidad de impactar la vida de sobre 170 personas en una empresa. En la misma a parte de compartir, transferir e inspirar transformaciones de pensamientos y de comportamientos, tuvimos la oportunidad de escuchar historias extraordinarias de gente ordinaria.

La primera historia fue durante un ejercicio en donde demostramos que los miedos, son simples creencias infundadas que pueden ser vencidas. En el proceso de identificar a una persona que fuera voluntaria para este ejercicio, nos percatamos de una que tenía un miedo particular, miedo al fuego.

Al principio nos tuvo un poco extrañados, ya que ese tipo de miedo regularmente esta asociado con experiencias del pasado y/o vivenciales, específicamente de la niñez.

Primero, realizamos una serie de preguntas básicas como parte del ejercicio y cuando llegamos a la parte de encontrar la raíz del miedo, esta persona confesó que hace apenas unos meses atrás, su casa se había incendiado y que ella estaba viva de milagro.

Los rostros de las personas que estaban en el salón se trastornaron al escuchar esta escalofriante historia, en donde en medio de estar salvando la vida de sus dos hijos, ella colapsa inconscientemente y fue un vecino quien la salvó. Para añadir a esta increíble historia, dos semanas más tarde ella estaba de vuelta en el trabajo, sin tomar de excusa esa tragedia, ya que necesitaba seguir hacia adelante.

Días mas tarde, fuimos testigos de un joven atleta, que debido a un accidente de motocicleta perdió parte de una pierna. Nos relató que en el transcurso de solo horas desde que tuvo el accidente y llegó al hospital, le estaban diciendo que le tenía que apuntar parte de su pierna.

Increíblemente, este “guerrero de luz” afrontó sus miedos con confianza, valentía y sobrepasó sus miedos e inseguridades y afrontó esta situación como un simple desvío en llegar a su destino. Hoy día tiene una prótesis, va al gimnasio diariamente, hace todo lo que quiere, es completamente independiente, trabaja de pie 8 horas diarias y le encanta escuchar las conversaciones de los niños cuando lo ven caminando con una solo pierna.

A su vez, nos estremeció el corazón y nos hizo recordar que somos más, los que hacemos una diferencia, el caso de este vendedor que está en su centro de trabajo y se le acerca una dama con dos niños y como de costumbre le hizo unas cuantas preguntas para ver si tenía el servicio que él ofrecía.

Al cabo de un rato se percató que esta dama estaba saliendo de una relación abusiva, que no tenia un hogar y que por tal razón ella no podía obtener el servicio que él le ofrecía. Al continuar con la conversación no perdió la oportunidad y dejó que su humanidad se manifestara, escuchó detenidamente sus necesidades y le pidió con respeto si ella le permitía hacer una llamada.

En tan solo horas este ser ordinario, realizó un acto extraordinario, le consiguió un mueble que la señora necesitaba, sin esperar nada a cambio, solo por el placer de ayudar a alguien con necesidad. Semanas más tarde esta misma dama con sus hijos pasaba por el lugar de trabajo del vendedor y de la nada uno de los hijos se le acercó y le dijo “gracias”.

Estas historias extraordinarias de gente ordinaria son las que nos hacen recordar, que somos espíritus viviendo una experiencia humana y es escuchando estas historias en donde recordamos que simples actos, tienen un impacto mas grande del que uno cree.

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