sábado, 10 de marzo de 2012

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: ADOLESCENTES CON HIJOS

Por Dra. Margarita Mendoza Burgos

Son muchos los riesgos psicológicos que presenta el futuro de los hijos de madres adolescentes, y en muchos aspectos importantes de la vida, incluyendo el fracaso en la escuela, la pobreza y trastornos físicas o psicológicos. Las propias madres adolescentes también sufren múltiples riesgos que conviene aprender a manejar.

El embarazo durante la adolescencia supone, normalmente, una crisis para la joven y para su familia. Las reacciones más comunes incluyen la ira, la culpabilidad y el negarse a admitir el problema. Precisamente la tendencia a ocultar y a negar el embarazo en su primera etapa puede privarlas de asistencia médica durante la misma, lo que resulta en un riesgo mayor de tener complicaciones físicas.

Es muy difícil que una madre adolescente tenga la madurez suficiente para asimilar su maternidad con un mínimo de responsabilidad, pues aquellas adolescentes que sí tendrían esa madurez, también la tendrían para visualizar la situación que se plantearía y para evitar resultar embarazadas. Esa inmadurez es lógica a esa edad. Es edad de divertirse, de aprender, de sociabilizar... y también de enamorarse, pero todo ello sin compromisos ni ataduras que no pueden asumir, porque la inestabilidad emocional es característica de esta edad.

Las adolescentes embarazadas pueden tener diferentes tipos de reacciones emocionales, algunas pueden no querer el bebé, o lo pueden querer de manera confusa e idealizada, o de manera ambivalente; por fuera sí, porque la sociedad así lo manda, pero por dentro no, porque ha roto su vida. La adolescente puede incluso ver la creación de otra vida como un logro extraordinario; pero sin darse cuenta de la responsabilidad que esto conlleva. Quizás quiere al bebé por tener alguien a quien amar; pero no es consciente de la atención que necesita la criatura, ni física, ni afectiva, ni mucho menos educativa y emocional. Algunas adolescentes se sienten abrumadas por la culpabilidad, la ansiedad y el miedo al futuro. La depresión es muy común entre las adolescentes embarazadas.

La forma más segura de prevenir estas situaciones es la educación de la sexualidad desde niños, tanto a ellas como a ellos; y la información de los riesgos y las responsabilidades que conllevan las relaciones sexuales y el embarazo; y eso es tarea de padres de familia más que del colegio. Lamentablemente, los padres suelen estar poco o nada preparados para este tipo de educación; en parte por el tabú cultural que aún persiste, y en parte porque nunca tuvieron oportunidad de aprender a educar.

Es necesario fomentar programas en la escuela sobre la vida en familia y la educación de la sexualidad, y, sobre todo, programas dirigidos a padres para enseñarles a manejar la situación adecuadamente, e insisto en lo de “adecuadamente” porque es un tremendo error, en el que muy frecuentemente se cae, entender que la educación de la sexualidad consiste simplemente en enseñar cómo evitar el embarazo.

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

www.dramendozaburgos.com

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma. Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después. Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario