Tomado de RFI
Por Santiago Rosero
La Organización Europea para la
Investigación Nuclear (CERN) anunció que está cada vez más cerca de encontrar
la llamada 'partícula de Dios'. Sin embargo, los científicos señalan
que todavía hacen falta verificaciones para confirmarlo, lo permitiría
franquear ‘una nueva etapa en nuestra compresión de la naturaleza’.
Imaginemos una inmersión hacia el interior de las cosas para tratar de
entender cómo está constituida su masa. Lo primero que podremos decir es que
ésta es el resultado de la suma de las masas de sus átomos. Luego veremos que
los átomos están integrados por partículas elementales, como los protones y los
neutrones. Ahora, ¿de dónde viene la masa que configura esas partículas? Esa es
la pregunta. Según dice la teoría, una parte de esa masa se genera por la
interacción de los mismos protones y neutrones, pero otra parte vendría del
bosón de Higgs, una misteriosa partícula que, según el llamado modelo estándar
de la física, que describe las relaciones e interacciones entre las partículas
elementales, sería la clave para entender la estructura fundamental de la
materia.
En diciembre pasado, la Organización Europea para la Investigación
Nuclear (CERN), que lleva a cabo estas investigaciones, informó “que se había
cerrado el cerco" en torno a la partícula, por lo que su descubrimiento
estaba cerca. Dos experimentos independientes, el ATLAS y el CMS, se ocupan de
este proceso en el Gran Colisionador de Hadrones (LHC), el acelerador de
partículas más grande del mundo, que está situado bajo la sede del CERN en
Ginebra. En este túnel, de 27 kilómetros de circunferencia e instalado a 100
metros bajo tierra, los físicos provocan el choque de miles de millones de
protones con el propósito de encontrar, con la ayuda de todo tipo de
detectores, el rastro del bosón de Higgs, conocido también como “la partícula
de Dios”.
En una conferencia científica celebrada este miércoles en Ginebra, Joe
Incandela, portavoz del experimento CMS, informó que se ha "descubierto un
nuevo bosón con masa 125,3 más/menos 0,6 gigaelectronvoltios (GeV), con un
valor de 4.9 sigma". Oficialmente, un descubrimiento se confirma con 5
sigma, por lo que éste se encuentra en la frontera. “Estamos de acuerdo con el
modelo estándar en un 95%, pero necesitamos más datos", añadió Incandela.
Mientras tanto, la portavoz del experimento ATLAS, Fabiola Gianotti,
señaló: "Observamos en nuestros datos claros signos de una nueva
partícula, con un nivel de confianza estadística de 5 sigma (superior al
99,99994%), en la región de masas de alrededor de 126 GeV. El excepcional
funcionamiento del LHC y ATLAS, y los enormes esfuerzos de mucha gente, nos han
llevado a esta emocionante etapa, pero se necesita un poco más de tiempo para
preparar estos resultados para su publicación". Por ahora, el margen de
error entre los dos experimentos, todavía demasiado grande a pesar de la
cantidad de datos acumulados, obliga a los científicos a hablar de
"indicios" y no de "descubrimiento" del bosón.
En un comunicado difundido tras la conferencia en Ginebra, Rolf Heur,
director general del CERN, indicó que se ha "franqueado una nueva etapa en
nuestra compresión de la naturaleza", que el descubrimiento "abre la
vía a estudios más reposados que exigen más estadísticas y que establecerán las
propiedades de la nueva partícula", y que "esta partícula debería
levantar el velo sobre otros misterios del universo". A pesar de eso, Heur
ha pedido a la comunidad científica que tenga "un poco más de
paciencia", ya que "siempre se necesita tiempo para saber si es el bosón
de Higgs buscado durante mucho tiempo o si se trata de una forma más exótica de
esta partícula, que podría abrir la puerta a una nueva física".
En
1964, el físico británico Peter Higgs, junto con sus colegas Robert Brout y
François Englert, postuló, por deducción, la existencia del bosón. Desde
entonces, científicos de varios países lo continúan buscando.
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