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Esto a su vez tiene un efecto multiplicador, a que no solo
cargamos cosas que no necesitamos, sino que nos restringe de recolectar nuevas
experiencias y/o regalos que deseamos traer de vuelta en nuestra maleta.
Si fuéramos a llevar esta misma filosofía a nuestra vida diaria,
primero lo podríamos ver en el contexto de como vivimos diariamente, en donde
inconsciente y/o consciente tenemos miles de pensamientos que nos cargan la
maleta y seguido por las interacciones que tenemos con nuestro entorno
inmediato.
A esto le sumamos toda a información que recibimos
constantemente de todo lo electrónico que nos acompañan y de las noticias (TV,
radio, periódicos e internet). Se adhieren las historias de horror de nuestros
vecinos, los melodramas de nuestros familiares y/o personas que se sienten
solas y estrictamente ven ese espacio de exageración como su única alternativa.
Teniendo este panorama como punto de partida pudiéramos concluir
que el equipaje que acumulamos diariamente es más de lo que se saludablemente
deberíamos de cargar.
Primero, comenzamos con el equipaje del cual nunca tuvimos
control o por lo menos alguna oportunidad de escoger diferente, nuestro entorno
en la niñez. Ese equipaje viene con el agravante del lugar en donde naciste, el
hogar que "escogiste", quienes son esas personas que te rodean, en
que nivel de conciencia estas y sobre todo el entorno inmediato mas allá de las
paredes de tu hogar.
Este equipaje es uno que si no lo trabajamos con carácter de
urgencia, nos detiene, paraliza y hasta pudiésemos estar condenados a una vida
de nunca conocer la felicidad.
Segundo, podríamos decir que es el equipaje que recolectamos en
la interacción diaria de los cientos de estímulos sensoriales, que inmunizan la
sensibilidad de nuestros sentidos y que a su vez reducen nuestros niveles de
tolerancia. ¿Cuándo fue la ultima vez que saco unos minutos para estar en
silencio?
No solo aquellos que están consientes hacen este ejercicio, sino
que cada día más los doctores están recomendando a aquellos que tienen estrés
que saquen momentos de soledad para que puedan descansar la mente y por ende el
cuerpo. La sobre estimulación nos aturde, no nos permite tener acceso a la
inteligencia emocional, tan importante en la interacción diaria con el ser
humano.
Esto se complementa a su vez con el nivel de educación del
que pudimos tener acceso, las oportunidades que nuestro entorno nos facilitó,
nuestras creencias y la calidad de la interacción de la comunicación en todas
sus modalidades.
Aunque este factor pudiera ser trascendental en algunas
personas, hemos conocidos a otros que con limitaciones extremas, han salido del
“hoyo” y se han convertidos en grandes viajeros de poco equipaje.
Por último está el equipaje que llevamos por el cual
conscientemente escogemos adquirir en el camino y por supuesto está el que es
innato que viene integrado en nuestro ADN.
Cualquiera que se la razón por la cual tenemos ya sea
suficiente, demasiado o poco equipaje, seria un buen ejercicio de reflexión hoy
¿Cuánto equipaje tenemos en nuestro que nos está deteniendo de ser nuestra
máxima expresión?
Cuando realices el ejercicio de contestar esta pregunta en un
ambiente de puro silencio, veras la magia de tener de poder soltar equipaje y
hacer espacio para nuevas y grandes cosas comiencen a suceder en sus vidas.
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Waldemar Serrano-Burgos, CEC
Certified Life-Business Coach
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