Tomado de Long Island al Día
El pasado 22 de julio, cuando el desfile Puertorriqueño – Hispano de
Brentwood comenzaba su desarrollo por la quinta avenida, pasó casi inadvertido
para muchos un pequeño grupo de personas quienes al paso de Gran Mariscal del
mismo, Steve Bellone, agitaban una pancarta en la que se observaban unas manos
de niños. Ellos gritaban,” Bellone, detén el cierre de los Day Care”. La
protesta se confundió con el bullicio de la celebración, que continuó su
marcha, pero denota un problema que en la actualidad aqueja a un gran sector de
nuestra comunidad y entre ella a la comunidad hispana y sus niños.
Es indiscutible que vivimos tiempos de crisis, en un país que durante
largo tiempo, dio importancia a la clase media, constituyéndola en el motor de
su desarrollo. Paulatinamente y mientras la concentración de los recursos llenó
de millones a una minoría, las leyes que promovieron trabajo y autosuficiencia
fueron quedando relegadas, el bienestar a caído en picado desde 1996 y la
pobreza ha aumentado, llegando al límite del sufrimiento de quienes ganan los
salarios más bajos.
Una familia de 4 miembros con un ingreso de 23.050 dólares
es elegible para tener los beneficios de una subvención que le permita enviar a
sus niños a los Day Care. Con este ingreso, una familia mantiene una lucha
constante para sobrevivir y faltos de medios suelen tener que elegir entre las
necesidades que pueden pagar cada mes. Las ayudas para sus alimentos son su
salvavidas. Ellos necesitan desesperadamente del apoyo del gobierno para salir
adelante.
A finales de la primavera, una comisión de la legislatura del condado
de Suffolk, realizó tres audiencias públicas, en donde expertos académicos y
otros funcionarios que luchan por el bienestar de los habitantes de Long Island
detallaron los desafíos que enfrentan las familias que ganan muy por debajo de
75.000 dólares al año, que es la cantidad que los economistas han demostrado
que se necesita para que una familia de cuatro personas sea autosuficiente en
nuestra región, que se conoce es de alto costo. El cuidado de niños ocupó una
gran parte de los desafíos a considerar por esa comisión.
Durante las audiencias, la Comisión escuchó las historias
desgarradoras de los padres, especialmente de las madres solteras, que al igual
que todos los padres, se preocupan de dónde dejar a sus hijos cuando ellos
están en el trabajo. Sus historias fueron poco menos que importantes, cuando
días después la Oficina del estado de Nueva York, para los Servicios para Niños
y la Familia, anunció que las subvenciones para el cuidado de los niños para el
Condado de Suffolk se reduciría en 143.000 dólares.
En el año pasado, el departamento de Servicios sociales del Condado de
Suffolk, ya estaba utilizando estos fondos para subsidiar el cuidado de 5.145
niños tomando un promedio mensual para las familias que ganaban hasta el 200%
del nivel federal de pobreza, es decir en el mismo caso de una familia de 4
personas, que es el promedio, era de 46.100 Us al año o 3.642 Us al mes. Esta
subvención global ya había sido cortada al condado de Suffolk en 3,3 millones
de dólares entre 2009 y 2011, una reducción del 10,5 por ciento, por lo que el
departamento ha tenido que reducir los niveles de elegibilidad. En enero de
2012 la elegibilidad se redujo a 185% del nivel de pobreza (42.643 dólares para
una familia de cuatro), y en abril se redujo de nuevo, al 150 por ciento ($
34.575), lo que dio como resultado que 1.054 niños se quedaran sin cuidado, en
los Day Care del condado.
La situación se complica, cuando se le informa al condado que al
perder otros $ 143.000, la elegibilidad se reduce el mes pasado al nivel
federal del nivel de pobreza, es decir, podrán tener acceso a los servicios de
cuidado de niños, las familias que tengan para el caso de 4 miembros, un
ingreso de 23.500 dólares, lo que hará que 1.200 niños más pierdan la atención,
y la mayoría son los más vulnerables en Suffolk, que son los menores de 5 años.
Es dable preguntarse entonces: ¿en dónde quedó aquel estudio
mencionado que indicaba que una familia en el condado de Suffolk, requiere de
75 mil dólares al año para ser autosuficiente?
En el pasado reciente, existió la preocupación por prestar un cuidado
de calidad a los niños del condado. El propio asambleísta por el sexto distrito
de la asamblea estatal, Phil Ramos, contribuyó a la creación de una entidad que
agrupara a las proveedoras de este servicio, en una acción positivamente
reconocida. Es indiscutible la tranquilidad de los padres al dejar el cuidado
de sus hijos a personas idóneas y técnicamente preparadas, no solo para
cuidarlos, sino para enseñarles los elementos que les permitan llegar al
kindergarden con una buena ventaja.
La situación presentada, en forma casi que improvista afectó de manera
inmediata, en primera manera a los niños que han perdido el cuidado. Algunos
padres, solicitaron a sus empleadores que les rebajaran su salario, para poder
acomodarse a los límites establecidos y seguir con su calificación. Otros
pidieron que les fuera reducida su jornada de trabajo, para seguir siendo
elegibles.
Algunos, los más, expresaron que no dejarían el cuidado de sus niños
a personas sin las cualidades requeridas y expresaron que renunciarían a su
trabajo .Ahora, con la elegibilidad reducida al nivel federal de pobreza, casi
no hay familias trabajadoras que sean capaces de conseguir un subsidio para el
cuidado infantil.
Este es el resultado al tratar de arreglar un problema generado por
quienes calcularon el monto de los subsidios: desempleo, cuidado de los niños
casi a cero, pero con más de 5.000 niños en el desamparo en la actualidad. El
desempleo tiene dos aristas: por un lado el generado por quienes han renunciado
a su trabajo o han reducido su jornada y para las proveedoras del servicio, que
invirtieron sumas notables de dinero para montar una infraestructura adecuada
para obtener su licencia respectiva. Algunas de ellas, enfrentan la posibilidad
de atrasarse en pagos al banco, al no poder cumplir con sus obligaciones.
Simplemente sus Day Care, no tienen clientes, es decir, no tienen niños o
escasamente tienen una cantidad tan baja de asistentes, que no es lo
mínimamente rentable tenerlos abiertos.
Esto no tiene sentido, mientras por ejemplo, se está anunciando que se
beneficiará a los compradores de casa por primera vez en el condado hasta con
Us10.000 para incentivar la compra de vivienda o se anuncia por parte de la
administración Bellone, la creación de nuevos puestos de trabajo. Los calculistas
de las formas de financiación se basan en fórmulas complejas y cambiantes con
frecuencia, penalizando a las familias y sobre todo a los niños quienes en este
caso son los más vulnerables.
El problema es una de esas herencias que le quedan a las nuevas
administraciones. La administración que encabeza Steve Bellone, a pesar de
ello, se ha mostrado abierta a dialogar con la Unión que agrupa a las
proveedoras de los servicios.
A su vez, las proveedoras como miembros de la comunidad de Suffolk,
han pedido ayuda al asambleísta Ramos, para que medie en una solución
concertada y seria que impida que las reglas por las que se rigen las
calificaciones sean cada vez cambiadas.
La proveedoras han hecho bien su trabajo, suministrando un servicio
reconocido por su calidad, ahora sigue que la Unión dirija sus protestas a
quién corresponde, por el contrario de llevar a sus afiliadas a una protesta
frente a las oficinas del ejecutivo del condado de Suffolk, sumen sus esfuerzos
y le pidan al gobernador Andrew M. Cuomo, y la Oficina de los Niños y Familias
de su administración a que cumplan con su deber y hagan lo suyo, mediante la
restauración de los $ 3.5 millones anuales en subvenciones que han sido
suprimidos desde 2009 y la revisión de la fórmula que penaliza el éxito de
Suffolk mientras castiga a las familias trabajadoras más pobres.
Es el momento de sumar esfuerzos, la administración del condado, los
legisladores, la Unión, para que su voz se escuche por el gobernador.
Comprobado
está que cuando se unen esfuerzos, el éxito es posible. Seguro por ello, aquel
cartelón en un desfile, que casi no llegó a realizarse, por las mismas causas,
por las que se cancelan actividades o programas en estos tiempos. Falta de
presupuesto, crisis económica, son las razones para no hacer o seguir haciendo.
A los grandes inversionistas y sus corporaciones les llega el rescate, estamos
seguros que a los niños de Suffolk, también les llegará el suyo.
En
trabajar unidos, ya tenemos experiencia y hemos vencido las dificultades en
forma exitosa. Manos a la obra.
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