domingo, 15 de julio de 2012

SALUD MENTAL, LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: INTROMISIONES MOLESTAS







En relación al blog titulado “Roles familiares”, del 6 de Enero de 2012, una lectora expone en su comentario una situación bastante común, el de la injerencia de terceras personas, habitualmente las suegras, en la vida de la joven pareja, y en particular en la crianza de los niños.

La injerencia se tiende a ver más normal cuando es de parte de la abuela materna, dado que poco le suele importar al hombre poco implicado en la crianza de sus hijos que su suegra “eche una mano”; a veces hasta lo agradece. 

Sin embargo, cuando es la abuela paterna la protagonista de la injerencia, la joven madre siente, y con toda razón, que se le está usurpando el derecho fundamental de la crianza de su hijo, y de la toma de decisiones en su familia, como que la jefa de la casa es la suegra, y no ella. Y lo curioso es que, en bastantes casos, no hay una mala intención de parte de la suegra; simplemente no se ha planteado, no ha comprendido aún, que su papel como madre ya pasó, y actúa con toda naturalidad con su nieto de la misma forma que haría si fuera su propio hijo, sin darse cuenta de que no lo es, ni de que ese niño tiene una madre.

Muchas veces piensa que están haciendo bien, porque están ayudando, y además, “tiene la experiencia que le falta a la joven madre”. No existe en ellas un mínimo de empatía para ponerse en el lugar de la otra parte. Sin embargo, aun cuando no haya mala intención, no es tan fácil solucionar el conflicto, y frecuentemente se termina dañando la relación familiar si no se hace adecuadamente.

Es evidente que en la situación que presenta la lectora, esta persona, que asumo que es su suegra o madre de su pareja, está irrespetando los roles familiares, y no entiende cuál debe ser su papel, lo que lógicamente no solo crea conflicto, sino que es también potencialmente negativo para el niño, que tendrá, probablemente, que vivir una dualidad de referencias y criterios educativos, y quizás hasta boicots a los mismos. Vuelvo a insistir, los padres en consenso son los directores de la crianza de su hijo, en todo sentido.

Otras personas allegadas pueden aportar apoyo, a veces mucho apoyo, pero siempre con consentimiento de los padres y bajo los criterios de los padres.

En este caso la abuela parece creer que es la dueña del nieto, no solo por no comprender que ya no es madre criadora, sino abuela, sino porque, tal vez, se siente dueña de su propio hijo, que es el padre del niño. Si ella respetara la independencia y autonomía de su propio hijo, como persona adulta que tiene su propia familia, no actuaría así.

El papel a jugar por el padre del niño es clave para la resolución de este asunto. Ella debe hablar claramente con él sobre la situación. Si es capaz de entenderla, él es quien debe hacer entender a su madre cómo deben ser las cosas; y no será fácil. Es posible, incluso, que ya lo haya hecho y quizá también él haya hablado con su madre, aunque tal vez de forma tibia para no entrar en conflicto con ella, sin entender que el conflicto lo está creando con su pareja.


Si él no consigue solucionar la situación, ella debe hablar directamente con su suegra para solucionarla, pero procurando que el papá esté presente, como moderador, y si no, de todos modos debe hacerlo, pero suave y cortésmente, aunque con claridad y firmeza, mencionándole que no es nada contra ella, sino su derecho de ser respetada plenamente como madre y directora de la crianza del niño, y que siente que algunas de sus actitudes tienden a usurpar ese derecho. Haciéndole ver también que desea que ella, como abuela, siga gozando del afecto mutuo con el niño, pero de una forma más respetuosa con el derecho de ambos padres a ejercer de padres. La forma en cómo ella responda y afronte la situación le dará idea de cómo va a ser la relación con ella en el futuro. Pero también la forma en cómo se aborde el tema con ella influirá en su respuesta. 

Es obvio que la lectora tiene razón, pero si tiene oportunidad de solucionarlo de la forma menos confrontativa y más racional posible, mejor, obviamente.

Si a pesar de todo, ella se muestra impenetrable y resistente, no se debe ahondar en el conflicto directamente; ni discutirse o hacer amenazas directamente con ella.

Simplemente debe hacer saber a su pareja que por el bien del niño y de ellos mismos como familia, desea que su suegra no tenga mucho contacto con ella y con el niño, incluyendo limitar las veces que su suegra les visita, o que ella y el niño visitan a su suegra; y aún así, cuando ello suceda, debe estar vigilante de la actitud de ella con el niño y con su pareja, porque habría cierta probabilidad de que haya una labor furtiva de descrédito a ella ante su pareja o el niño.


Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Actividad profesional, en El Salvador, desde 1,993, un año después de la firma de los acuerdos de paz que pusieron fin a la guerra civil y donde se hizo evidente la necesidad de ayudar a recuperar la salud mental a las personas afectadas por el conflicto.

Su actividad profesional ha sido enfocada en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión a través de la práctica privada; y la segunda es la colaboración con diferentes medios de comunicaciones nacionales e internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma. Fue la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ha colaborado con instituciones y organizaciones sin fines de lucro en sus programas, entre ellas, Fundación Ayúdame a vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamin Bloom, Universidad de El Salvador. Ha sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Su destacada trayectoria profesional ha sido reconocida por diferentes organizaciones e instituciones entre ellas el Honorable Congreso de su país El Salvador, quien la reconoció públicamente en 2007 por su destacada labor profesional realizada en el campo de la salud mental.

Actualmente reside en Florida, Estados Unidos, desde donde compatibiliza su actividad profesional con otras actividades.

A través de los medios tecnológicos actuales, como video conferencia y teleconferencia, da consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad al paciente para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje, de igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los costos de los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad

Su práctica profesional está orientada hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares, a la dirección y educación de los hijos, ya que la Doctora Mendoza Burgos después de tantos años de experiencia profesional está convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nace el individuo, hasta que se vuelve adulto o se independiza.

La Doctora Mendoza Burgos es fiel creyente del rol fundamental que juega la familia en el desempeño durante toda la vida del ser humano, potenciando en buena medida sus probabilidades de éxito.

No hay comentarios:

Publicar un comentario