sábado, 14 de julio de 2012

Francia festeja su fiesta nacional


Tomado de El Mundo  
 
El 56% de los franceses aprueba los primeros dos meses de su mandato

Por Raquel Villaécija

François Hollande se estrena en la fiesta nacional

Sopla sus dos velas a ritmo de marcha militar y marsellesa. Hay confeti en el Elíseo y banderines en todo el país. François Hollande celebra sus dos meses de mandato presidencial y Francia, el día de la fiesta nacional. Coincidencia oportuna que permitirá al socialista festejar con su pueblo el cumpleaños. Hace dos meses desfilaba por los campos Elíseos bajo la lluvia y hoy lo ha hecho, con más fortuna, solo bajo el viento e incluso con amago de sol.
El presidente fue investido el 15 de mayo y parece que ha pasado una eternidad entre un paseo elíseo y otro. Para el 56% de los franceses que apoya su gestión hasta la fecha, el balance es positivo. Los indicadores aún son verdes para el socialista. "A finales de mayo se benefició de una secuencia positiva gracias a sus desplazamientos al extranjero, que se consideraron exitosos, y a los primeros anuncios del Gobierno", señala Brice Teinturier, director de Ipsos France, al diario 'Le Monde'.
De momento, sólo ha sufrido la molesta llovizna y algún que otro chaparrón económico. Este le llegó esta semana tras anunciar PSA que va a suprimir 8.000 empleos en el país. La delicada situación en la empresa automovilística es un ejemplo de las dificultades que atraviesa la industria gala.
El presidente normal ya ha puesto los cimientos de la obra que quiere construir en sus cinco años de reinado. En casa, esta semana reunió a los agentes sociales para presentarles las líneas maestras de su reforma. Además, ya ha dado forma a un paquete fiscal en el que pagarán los ricos, ha aprobado un aumento del salario mínimo y ha devuelto a los sexagenarios que llevan trabajando desde la mayoría de edad la posibilidad de jubilarse sin tener que esperar a los 62 años, como con Sarkozy.
En su calendario de 2012 también figuran medidas sociales como la aprobación de la ley contra el acoso sexual (pasó el trámite del Senado esta semana) y una norma que permita a los homosexuales casarse y adoptar (ésta para 2013).
También Europa y el mundo se han hecho ya a la foto de familia sin Sarko. En el Viejo Continente, el presidente galo ha tratado de equilibrar la balanza entre Berlín-París y el resto de países. Aunque sus comienzos con Angela Merkel no fueron fáciles, Hollande ha conseguido arrancarle a Berlín el plan de crecimiento con el que pretende liderar la recuperación europea.
'Antisarkozysmo'
Dos meses de presidencia normal en los que Hollande ha tratado, en la medida de lo posible, de seguir con sus hábitos. Para meterse en el bolsillo a los franceses y para desmarcarse de un Nicolas Sarkozy al que se le reprochaban las distancias. El antisarkozysmo sigue vigente. Esta misma semana, el socialista convocaba a sindicatos y patronal en la sede del Consejo económico y social para explicarles sus reformas, y no en el Elíseo, como había hecho su predecesor.
En su reunión con los agentes sociales, Hollande prometió que inscribirá el diálogo social en la Constitución, para que las leyes que afecten a todos los franceses se consensuen antes de pasar por el Parlamento. De nuevo, el sello de la casa.
Ahora al presidente cercano y normal le espera un verano con nubes, con la economía debilitada y dispuesta a aguarle la fiesta. Aunque las encuestas respaldan de momento su gestión, la opinión está menos con él de lo que estaba con Sarkozy cuando éste llegó al Elíseo. Entonces el 69% de los galos se decían satisfechos con la labor presidencial, frente al 56% que saluda la del socialista.

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