Tomado de El Mundo
El 56% de los
franceses aprueba los primeros dos meses de su mandato
Por Raquel Villaécija
François Hollande se
estrena en la fiesta nacional
Sopla sus dos velas a ritmo de marcha militar y
marsellesa. Hay confeti en el Elíseo y banderines en todo el país. François Hollande celebra sus dos meses
de mandato presidencial y Francia, el día de la fiesta nacional.
Coincidencia oportuna que permitirá al socialista festejar con su pueblo el
cumpleaños. Hace dos meses desfilaba por los campos Elíseos bajo la lluvia y
hoy lo ha hecho, con más fortuna, solo bajo el viento e incluso con amago de
sol.
El presidente fue investido el 15 de mayo y parece que ha
pasado una eternidad entre un paseo elíseo y otro. Para el 56% de los franceses
que apoya su gestión hasta la fecha, el balance es positivo. Los indicadores
aún son verdes para el socialista. "A finales de mayo se benefició de una
secuencia positiva gracias a sus desplazamientos al extranjero, que se
consideraron exitosos, y a los primeros anuncios del Gobierno", señala Brice
Teinturier, director de Ipsos France, al diario 'Le Monde'.
De momento, sólo ha sufrido la molesta llovizna y algún
que otro chaparrón económico. Este le llegó esta semana tras anunciar
PSA que va a suprimir 8.000 empleos en el país. La delicada situación en la
empresa automovilística es un ejemplo de las dificultades que atraviesa la
industria gala.
El presidente normal ya ha puesto los cimientos de la obra
que quiere construir en sus cinco años de reinado. En casa, esta semana reunió
a los agentes sociales para presentarles las líneas maestras de su reforma.
Además, ya ha dado forma a un paquete fiscal en el que pagarán los ricos, ha
aprobado un aumento del salario mínimo y ha devuelto a los sexagenarios que
llevan trabajando desde la mayoría de edad la posibilidad de jubilarse sin
tener que esperar a los 62 años, como con Sarkozy.
En su calendario de 2012 también figuran medidas
sociales como la aprobación de la ley contra el acoso sexual (pasó el
trámite del Senado esta semana) y una norma que permita a los homosexuales
casarse y adoptar (ésta para 2013).
También Europa y el mundo se han hecho ya a la foto de
familia sin Sarko. En el Viejo Continente, el presidente galo ha tratado de
equilibrar la balanza entre Berlín-París y el resto de países. Aunque sus
comienzos con Angela Merkel no fueron fáciles, Hollande ha conseguido
arrancarle a Berlín el plan de crecimiento con el que pretende liderar la
recuperación europea.
'Antisarkozysmo'
Dos meses de presidencia normal en
los que Hollande ha tratado, en la medida de lo posible, de seguir con sus
hábitos. Para meterse en el bolsillo a los franceses y para desmarcarse de
un Nicolas Sarkozy al que se le reprochaban las distancias. El
antisarkozysmo sigue vigente. Esta misma semana, el socialista convocaba a
sindicatos y patronal en la sede del Consejo económico y social para
explicarles sus reformas, y no en el Elíseo, como había hecho su predecesor.
En su reunión con los agentes sociales,
Hollande prometió que inscribirá el diálogo social en la Constitución,
para que las leyes que afecten a todos los franceses se consensuen antes de
pasar por el Parlamento. De nuevo, el sello de la casa.
Ahora al presidente cercano y normal le
espera un verano con nubes, con la economía debilitada y dispuesta a aguarle la
fiesta. Aunque las encuestas respaldan de momento su gestión, la opinión está
menos con él de lo que estaba con Sarkozy cuando éste llegó al Elíseo. Entonces
el 69% de los galos se decían satisfechos con la labor presidencial, frente al
56% que saluda la del socialista.
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