Por Phil Ramos
Asambleísta
por el sexto distrito
de la Asamblea
Estatal de Nueva York
La amenaza a la comunidad hispana: el Tea Party y sus candidatos
Desde la elección del 2010, los
activistas del Tea Party han hecho el recorte de los programas sociales
gubernamentales, la xenofobia y la exacerbación de tensiones raciales su
principal plataforma de movilización electoral. Lejos de procurar la unión de
nuestra nación y la búsqueda de puntos en común con sus adversarios políticos,
el Tea Party y los candidatos que apoya sólo creen en el extremismo político
sin compromisos. Eso ha entrampado las cosas en Washington, costado empleos en
nuestras comunidades y ha hecho más lenta la recuperación económica.
Por eso vemos
con preocupación que candidatos locales sean patrocinados o aliados de este
movimiento. Tal es el caso de Randy Altschuler, candidato del partido
republicano en el distrito de congreso número 1 en Nueva York. Peor aún cuando
hermanos latinos que dicen defender la agenda hispana y quienes en el pasado
han sido víctimas de esa agenda xenofóbica, apoyan sus causas y enarbolan la
bandera del Tea Party. Un apellido por sí sólo no significa que una persona
esté a favor de nuestra comunidad. Hay que poner atención a las propuestas que apoyan.
La elección de
este noviembre próximo además de estar en juego la reelección del presidente
Barack Obama también definirá los 435 miembros del congreso que ayudarán o
frenarán la agenda del presidente en Washington. Propuestas como la reforma
migratoria, DREAM Act, más ayuda para nuestras escuelas así como más ayuda para
nuestros programas de salud Medicaid, Family Health Plus y Child Health Plus
dependerán en gran medida de la nueva configuración de la Casa de
Representantes. Ha sido en esta instancia donde las medidas que benefician a
nuestras familias hispanas han sido derrotadas por extremistas del Tea Party y
sus aliados.
El tiempo para
prevenir un desastre es hoy. Debemos organizarnos, registrar para votar a los
familiares que son ciudadanos y recordar de salir a votar en noviembre 6. Hago
un llamado a mi buena amiga, Diana Weir, para que recapacite su posición de
gerente de campaña de Randy Altschuler y se abstenga de seguir apoyando a un
candidato que es apoyado por el Tea Party cuya agenda es de división y en
contra de la comunidad hispana. ¿Acaso ya olvido cuando hace menos de 10 años
ella misma fue víctima de ataques viscerales por parte de sus oponentes
políticos por el simple hecho de ser hispana? No podemos, ni debemos olvidar.
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