domingo, 10 de abril de 2011

Pertenece usted al club de los noctámbulos?

Tomado de The Wall Street Journal

Por Melinda Beck

Para un pequeño grupo de personas —quizás sólo de 1% a 3% de la población— dormir es un desperdicio de tiempo.

Las personas con una predisposición natural a dormir poco son simultáneamente noctámbulas y madrugadoras. Suelen ir a la cama muy pasada la medianoche, y se despiertan unas pocas horas después. Esto no les impide pasar un día intenso, sin necesitad de siestas o recargas de cafeína.

Melinda Beck explains why for a small number of people getting a full night of sleep is a waste of time and the reasons behind it.

También son enérgicas, extrovertidas, optimistas y ambiciosas, según los pocos investigadores que las han estudiado. El patrón a veces comienza en la infancia y con frecuencia es hereditario.

Si bien no está claro si las personas que requieren de pocas horas de sueño son exitosas, sí tienen más tiempo en el día para hacer cosas, y siguen encontrando tareas más interesantes para hacer en vez de dormir, con frecuencia haciendo varias labores a la vez.

Nadie sabe a ciencia cierta cuántas personas hay naturalmente predispuestas a dormir poco. "No hay tantas como se cree", dice Daniel J. Buysse, psiquiatra del Centro Médico de la Universidad de Pittsburgh y ex presidente de la Academia Estadounidense de la Medicina del Sueño, un grupo profesional.

De cada 100 personas que creen que sólo necesitan cinco o seis horas de sueño por noche, apenas cinco realmente pueden vivir durmiendo poco, dice Buysse. El resto termina padeciendo de privación crónica de sueño.

Hasta la fecha, sólo ha habido un puñado de pequeños estudios sobre personas que necesitan dormir poco, en parte porque son difíciles de hallar. Rara vez acuden a clínicas del sueño y no creen que padezcan de un trastorno.

Unos cuantos estudios han sugerido que estas personas pueden tener hipomanía, una forma leve de manía que incluye pensamientos energéticos y comportamientos extrovertidos. "Nunca paran", dice Buysse.

Si bien actualmente no hay forma en que la gente pueda aprender naturalmente a dormir poco, los científicos confían que con el estudio de quienes tienen esa predisposición innata, puedan comprender mejor cómo el cuerpo regula el sueño y por qué las necesidades de dormir varían tanto entre humanos.

"Mi meta a largo plazo es descubrir lo suficiente algún día para que podamos manipular los patrones del sueño sin dañar nuestra salud", dice el genetista Ying-Hui Fu de la Universidad de California en San Francisco. "Todos pueden usar más horas despiertos, incluso si sólo mira películas".

Fu fue parte de un grupo de investigación que en 2009 descubrió una variación de un gen, hDEC2, en un par de personas naturalmente predispuestas a dormir poco. Los investigadores inicialmente estudiaban a personas extremadamente madrugadoras cuando se dieron cuenta que dos participantes del estudio, madre e hija, se despertaban naturalmente alrededor de las cuatro de la mañana pero también iban a dormir pasada la medianoche.

Los análisis genéticos detectaron una variación de un gen común en ambas. Los científicos pudieron reproducir la variación del gen en una clase de ratones y descubrieron que los animales también necesitaban menos horas de sueño de lo habitual.

Christopher Jones, neurólogo de la Universidad de Utah y científico especializado en asuntos del sueño que supervisa el reclutamiento para un estudio, dice que ha identificado solamente a unas 20 personas con una verdadera predisposición natural a dormir poco, y dice que comparten algunas características fascinantes. No sólo sus ritmos circadianos son diferentes a los de la mayoría de las personas, también lo son su estado de ánimo (muy optimistas) y su metabolismo (son más delgados de lo habitual, aunque la privación de sueño eleva el riesgo de la obesidad). También parecen tener una alta tolerancia al dolor físico y a reveses psicológicos. "Encuentran obstáculos, pero se recuperan y tratan nuevamente", dice Jones.

En general, al final de una entrevista telefónica, larga y estructurada, admitirán que han estado enviando mensajes de texto y navegando Internet y haciendo crucigramas al mismo tiempo, todo ello tras haber dormido menos de seis horas", dice Jones. "Hay una especie de energía psicológica y fisiológica en ellos que no comprendemos".

Los doctores Jones y Fu recalcan que no hay una prueba genética para detectar personas con una predisposición natural a dormir poco. En última instancia, esperan descubrir que muchos genes diferentes desempeñan un papel, lo cual a su vez puede revelar más acerca de los complejos sistemas que regulan el sueño de los seres humanos.

Benjamin Franklin, Thomas Jefferson y Leonardo da Vinci fueron personas muy ocupadas como para dormir, de acuerdo con recuentos históricos. Winston Churchill y Thomas Edison también solían dormir menos de cinco horas por noche, pero también disfrutaban de siestas, lo cual puede descalificarlos como personas naturalmente inclinadas a dormir poco.

LOS QUE DUERMEN NORMALMENTE

La mayoría de los adultos tienen necesidades de sueño normales. Se desempeñan mejor con entre siete y nueve horas de sueño.

LOS QUE ASPIRAN A DORMIR MENOS

Una buena parte de la población duerme menos de siete horas. Estas personas tienen un mayor riesgo de diabetes, obesidad, hipertensión y otros problemas de salud.

LOS NOCTÁBULOS INNATOS

Cerca de 1% a 3% de la población funciona bien con menos de seis horas de sueño sin sentirse agotada durante el día. Suelen ser energéticas y extrovertidas. Los científicos han detectado una variación en un gen en las personas predispuestas naturalmente a dormir menos.

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