Por Rebeca Logan
"Detrás de cada falsa candidatura está el deseo de promover oportunidades de enriquecimiento para él mismo." Christopher Byron, periodista y autor
Todavía no se ha lanzando oficialmente como candidato a la presidencia de Estados Unidos, pero el extravagante magnate de bienes raíces y estrella de televisión Donald Trump, ya se ha convertido en el rival más comentado del presidente Barack Obama para las elecciones del 2012.
Trump, dueño de lujosas propiedades en Nueva York, Las Vegas y presidente del reinado de Miss Universo, ha generado un blitz mediático que tiene fascinados a los principales medios del país, desde los comentaristas de farándula hasta los periódicos más respetados como el Wall Street Journal y el Washington Post.
Más allá de acaparar los titulares y las pantallas de televisión, Trump parece haber capturado el interés de los votantes republicanos que buscan un candidato para enfrentar a Obama.
En una encuesta reciente del Public Policy Polling, Trump estaba de primero entre los posibles aspirantes republicanos, y en un sondeo de Newsweek, Trump quedó casi empatado con Obama.
¿Candidato en serio?
Pero la gran pregunta es si Trump es un candidato "en serio" que va a lanzar una campaña formal para llegar a la Casa Blanca o si se trata de una artimaña publicitaria para promocionar su programa de televisión "The Aprentice" (el aprendiz).
Por si acaso, Trump ya reveló que hará un "importante anuncio" sobre su candidatura, en la gran final del "reality" que se transmite a través de NBC.
"Detrás de cada falsa candidatura está el deseo de promover oportunidades de enriquecimiento para él mismo", afirma el periodista y autor Christopher Byron, quien entrevistó a Trump cuando casi se lanza a la presidencia hace más de 10 años.
Byron señala que en 1987, Trump surgió como posible candidato a la presidencia, tras publicar su libro "El arte del negocio". La publicidad que generó la expectativa llevó a su libro a encabezar la lista de los más vendidos, tras lo cual Trump de repente desapareció de la lista de los aspirantes a la Casa Blanca.
Trump "lleva más de 20 años saltando de los matorrales para declarar que tal vez se lance a la presidencia y luego se esfuma con una cosecha incalculable de publicidad gratis y la pregunta de todos es por qué tiene ese peinado tan raro", agrega Byron.
A la conquista de los republicanos
Pero en caso de lanzar una "verdadera" candidatura, Trump enfrenta otros retos, incluyendo el de conquistar al Partido Republicano, ya que sin esta maquinaria sería prácticamente imposible ganar la Casa Blanca en un sistema claramente bipartidista.
El excéntrico empresario -quien propone un fuerte proteccionismo comercial contra China, afirma que Estados Unidos debería apoderarse directamente del petróleo de Irak y Libia y promueve la opinión de que Obama no nació en Estados Unidos- tiene a más de uno nervioso en los círculos de poder republicanos.
El mismo Karl Rove, arquitecto de las victorias presidenciales de George W. Bush y uno de sus principales consejeros, declaró que Trump se ha aliado con la "derecha chiflada y es un candidato irrelevante".
"Donald Trump tiene absolutamente cero posibilidades de ganar", dijo por su parte el senador y líder republicano Lamar Alexander en una entrevista con CNN. "El es famoso por ser famoso. Será bueno para los negocios, pero no será presidente", insistió Alexander, quien también se lanzó en busca de la nominación republicana en el 2000 y 2004, y no ganó.
Además de los líderes del partido, Trump tendrá que enamorar al puñado de votantes republicanos que deciden las primarias en estados como Iowa, Nueva Hampshire y Carolina del Sur, una tarea difícil, indica el consultor político Albert Morales.
Según Morales la popularidad de Trump en las encuestas nacionales, que incluyen a todo tipo de personas, no significa que pueda ganar el apoyo de la base republicana que juega un papel clave en el proceso de selección.
"El ha tomado posturas en los últimos 10 años que van en contra de las opiniones del electorado que más participa en las primarias, los republicanos de tinte conservador y religioso", explicó Morales a BBC Mundo.
Posturas polémicas
En su último coqueteo con una candidatura presidencial en el 2000, Trump, quien antes de declararse republicano fue demócrata, estaba a favor de un sistema de salud pública universal y la legalidad del aborto, posturas que en sus nuevas declaraciones ya no favorece.
Desventaja
Es sabido que Donald Trump no le da la mano a los desconocidos por temor a los microbios. Y hasta ahora ningún candidato ha llegado a la Casa Blanca sin la reglamentaria maratón de apretón de manos.
También tildó a George W. Bush como el peor presidente de la historia (antes de pasarle el título a Obama) y le dio dinero a las campañas de prominentes demócratas como Hillary Clinton, John Kerry y Harry Reid.
Su extravagante vida social, sus casinos y sus tres matrimonios, el más reciente con una modelo eslovena 24 años menor, quien asumiría el cargo de primera dama, tampoco le ayuda con estos votantes.
Morales señaló que la mejor forma de medir si Trump es un candidato en "serio", es si el magnate presenta los formularios oficiales requeridos por el gobierno para inscribirse como candidato. Entre éstos están una serie de declaraciones legales detalladas que podrían poner al descubierto toda clase de maniobras financieras y transacciones económicas no tan favorables al candidato.
Pero tal vez uno de los obstáculos más inusuales para una campaña política en serio es el hecho que Trump no le da la mano a los desconocidos por temor a los microbios. Y hasta ahora ningún candidato ha llegado a la Casa Blanca sin la reglamentaria maratón de apretón de manos, abrazos a señoras de edad y alzada de bebés que son el pan diario de las campañas presidenciales.
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