lunes, 18 de abril de 2011

Calificadoras de riesgo muestran preocupación por el déficit y la deuda EEUU

La agencia asegura que hay una entre tres posibilidades de que la calificación de riesgo de la deuda estadounidense se rebaje en los próximos dos años

POR SANDRO POZZI

Las dudas sobre la capacidad de EE UU de poner sus cuentas en orden empiezan a crecer. Standard & Poor's mantiene la nota crediticia de la mayor economía del mundo en la triple A. Pero introduce un matiz importante, al revisar a la baja la perspectiva, de estable a negativa. Es decir, ahora hay una entre tres posibilidades de que la calificación del riesgo de la deuda estadounidense sea rebajada en los próximos dos años.

La afirmación de S&P es rotunda. El déficit y la deuda de EE UU son "muy grandes", y lo que más le preocupa en este momento es que no haya una intención clara en Washington por corregir la situación. Y cree además que hay un riesgo real de que EE UU que no sean capaz de lograr un acuerdo material en 2013, mientras los legisladores sigan jugando a hacer política.

Standard & Poor's calcula que, en un escenario de crecimiento económico del 3%, espera que el déficit público se reduzca de forma gradual. Pero seguirá por encima del 6% del PIB en 2013. Como resultado, indica, la deuda gubernamental rondará el 84% del PIB ese año. Incluso en el escenario más optimista (déficit del 4,6% y deuda del 80%), la agencia considera que "el perfil fiscal de EE UU será menos robusto" que otros países que tienen la triple A.

El anuncio, combinado con las tensiones en Europa por la estabilidad del euro, ha provocado que Wall Street abriera a la baja, con una caída del 1,45% en el Dow Jones, del 1,4% en el Nasdaq y del 1,3% en el S&P 500. La moneda única europea se cambia a 1,43 dólares. El oro, que en estos casos se convierte en un lugar de refugio para los inversores, se acerca a los 1.500 dólares la onza.

No es por casualidad que S&P actúe. Hasta la semana pasada, EE UU operó durante seis meses con un presupuesto de emergencia para el ejercicio 2011. Y en menos de dos meses llegará al límite de endeudamiento -fijado en 14,3 billones de dólares- mientras su déficit ronda los 119.000 millones de media mensual desde 2009. Por eso las grandes agencias de calificación venían anticipando que darían este primer paso hacia la rebaja.

Swann ha dejado claro que en ningún caso se quiere decir que Estados Unidos no vaya a estar a la altura de repagar lo que debe, porque dispone de instrumentos para evitarlo si se rebasara el límite de gasto federal. Pero ha indicado que el problema fiscal de la mayor economía del mundo es real. Y debido al intenso juego político que se vive en el Congreso, la agencia se inclina a pensar que será muy complicado que se cierre un pacto antes de la presidenciales de 2012.

El secretario del Tesoro, Timothy Geithner, lleva días diciendo que el Congreso de EE UU autorizará que se rebase el techo de endeudamiento, fijado en los 14,3 billones de dólares. Ese límite se tocará como muy tarde el 8 de julio. Los republicanos vinculan cualquier decisión en este sentido a que se acometa un drástico recorte de gasto público. En el comunicado que el departamento del Tesoro ha hecho público hoy ha asegurado que la situación fiscal del país están en los límites y capacidad para poder superarlo. Así mismo, la institución estadounidense cree que el dato negativo que la agencia de calificación ha dado al país "subestima la habilidad de los líderes de América para unirse y salir de la situación a la que se enfrenta el país".

Esta semana, el presidente Barack Obama tendrá varios actos públicos para presentar su plan para reducir el déficit. Tanto demócratas como republicanos están de acuerdo en que el agujero en las cuentas públicas es un problema que debe ser corregido con urgencia. Pero difieren ideológicamente en la manera de afrontar el reto fiscal al que se enfrenta el país. Sin embargo, Estados Unidos nunca ha tenido una calificación inferior a la triple A, ni tampoco perspectiva negativa. Las economías más estables y con esta calificación son Reino Unido, Francia, Alemania y Canadá.

La agencia de calificación señala en este sentido que un elemento clave del plan de consolidación fiscal de Obama es forjar algún tipo de acuerdo con el Congreso de EE UU durante los próximos dos meses. "Dicho esto", señala el relator del informe, el ese camino hacia el acuerdo es complicado "porque la brecha entre las dos partes es grande". Si para las presidenciales de 2012 no hay consenso, habría que esperar hasta el presupuesto de 2014 para ver algo concreto.

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