Por NATALIA BONNETT Y JOSÉ ANTONIO SÁNCHEZ
El avance del tratado tras la reunión Santos-Obama deja muchos puntos de discusión.
La firma del acuerdo del plan de acción para impulsar finalmente la ratificación del TLC en el Congreso de los Estados Unidos deja varios puntos de discusión. Uno de ellos es por qué el presidente Barack Obama terminó cediendo en un tema en el que se había mostrado distante o desinteresado.
Una primera respuesta a esta inquietud la publicó este jueves 'The Washington Post' que en su nota editorial dijo que Obama busca enviar un mensaje político de que está tomando en serio la idea de forjar alianzas con los aliados que hayan mostrado un rápido crecimiento económico en América Latina.
De hecho, los cálculos del diario indican que si se aprueba el TLC con Colombia las ventas de los Estados Unidos podrían incrementarse en un billón de dólares por año, un paso muy débil en la promesa de Obama de doblar las exportaciones para el 2015. Es decir, los réditos serían más políticos que económicos para el mandatario
En ese sentido, el ex canciller Augusto Ramírez Ocampo sostiene que el hecho de que China haya ganado más espacio en la comunidad internacional, ya es la segunda economía, después de desplazar a Japón; pudo haber ayudado a ese giro en la agenda estadounidense.
"Todos los pronósticos apuntan a que los Estados Unidos van a perder esa condición de superpotencia y van a tener que tomar conciencia de que sólo con su mercado va a poder mantener su liderazgo", dice Ramírez.
El senador Jorge Enrique Robledo lo ve más como la típica jugada pragmática de los Estados Unidos en el que el único interés es expandir su mercado.
"Es evidente que el Gobierno de Obama está haciendo una pantomima en el tema de los derechos humanos. Los problemas de fondo en este tema no se van a resolver. Aquí lo que hay es una permuta de negocios por derechos humanos, por garantías sindicales...pero el Frankestein no se mejora porque le pinte los labios con pintalabios", sostiene.
La analista Arlene Tickner descarta que ese sea el motivo y sostiene que el movimiento de Obama pudo estar inspirado más en las presiones internas de los republicanos y en el cálculo de una campaña electoral que ya empieza a tomar forma. "Se debe más a presiones de diversos sectores de EE. UU., sobre todo del Partido Republicano", expresó.
Obama, dice el corresponsal de ELTIEMPO.COM Sergio Gómez, puede estar moviéndose hacia el centro del electorado, después de anunciar su aspiración a un segundo mandato, lo que confirmaría que detrás del movimiento hay más una razón electoral, que una económica.
El otro punto de discusión es que el plan de acción, aunque representa todo un reto para el presidente Santos, es una nueva victoria para su Gobierno. Si bien, el ex presidente Álvaro Uribe logró aprobar el TLC en el Congreso de Colombia en tan solo 5 minutos, no pudo lograr en su extensa administración convencer a los Estados Unidos de hacerlo.
¿Qué pudo pasar? Tickner asegura que se pudo presentar cierta fatiga en EE. UU. por la insistencia de Uribe de aprobar el TLC, pero que también se mezclaron temas como las 'chuzadas' y los 'falsos positivos' que pudieron tener un efecto negativo.
El ex canciller Ramírez lo atribuye al evidente cambio en la política exterior de Colombia. "Estados Unidos percibe un nuevo ambiente. Ya no hay esa tendencia dogmática de confrontación. Hay un trabajo consistente en favor de los derechos humanos y tener a un líder sindical como Angelino Garzón en la Vicepresidencia ha sido fundamental. Todo eso influye".
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