sábado, 23 de abril de 2011

Los 10 secretos que la industria de belleza no le dice a sus clientes

Tomado de The Wall Street Journal

Por AnnaMaria Andriotis

1. ¿"Regulada? Solamente un poco".

Los estadounidenses gastaron la enorme suma de US$33.300 millones en cosméticos y otros productos de belleza en 2010, un alza de 6% respecto de 2009, según el Departamento de Comercio. Eso es más de lo que los consumidores destinaron a comprar autos nuevos extranjeros (US$27.000 millones) o televisores (US$25.000 millones). Sin embargo, pese a todo el dinero gastado en cremas y lociones, hay sorprendentemente poca supervisión de esos productos antes de que lleguen a las tiendas. Un panel independiente de expertos, que incluye a dermatólogos, químicos y farmacólogos, regularmente revisa los ingredientes utilizados en los productos cosméticos y de belleza pero es responsabilidad de los fabricantes asegurar que los productos en sí son seguros, confirma una portavoz de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés). La administración puede requerir una investigación si los consumidores le plantean quejas, dice la portavoz de la FDA.

En algunos casos, la agencia revisa algunos medicamentos de venta libre antes de que lleguen al mercado. Esa revisión puede incluir artículos de cuidado personal como protectores solares y antitranspirantes.

Las compañías de cosméticos aseguran que son diligentes. "Valoran su participación de mercado y su trayectoria y no van a hacer algo que pueda dañar eso", asegura John Bailey, científico principal del Personal Care Products Council, un grupo que reúne a las empresas del sector.

2. "¿Competente? Quizás no".

Una mala experiencia en un salón de belleza puede ocurrir en cualquier lugar, por supuesto, pero las probabilidades son mayores en estados donde es relativamente fácil para los técnicos en manicura no capacitados y no experimentados conseguir un empleo. Por ejemplo, Connecticut no requiere que tengan licencia. Y Alaska solo requiere 12 horas de capacitación, mucho menos que el mínimo de 750 horas en Alabama y 600 en Nevada. Un portavoz del Professional Beauty Association Nail Manufacturers Council recomienda que los clientes siempre pidan ver la licencia del técnico, si no está la vista.

3. "Queremos hacer que su hija sea una diva".

La niña promedio estadounidense comienza a utilizar productos de belleza cuando tiene unos 13 ó 14 años, según los datos más recientes de NPD Group, una firma de investigación del mercado minorista. Las niñas de 8 a 12 años gastan más de US$40 millones mensuales en productos de belleza en tanto que las que tienen entre 13 y 17 gastan más de US$100 millones mensuales, según NPD.

Para captar esos dólares, las compañías están haciendo publicidad de sus productos en Facebook y en sitios web para adolescentes. Por ejemplo, Wal-Mart comenzó a ofrecer una línea de maquillaje para niñas llamada GeoGirl en algunos de sus locales. La gama incluye máscara, colorete, protector labial y lápiz labial.

4. "No nos dedicamos tanto a los hombres, al menos por ahora".

El mercado de productos de acicalado para hombres fue de US$1.500 millones en 2010, un alza de 1,4% con respecto al año previo, según Mintel International, firma de investigación de mercado. Esa lenta tasa de crecimiento —las mujeres de entre 18 y 24 años gastan US$200 millones mensuales, según NPD Group— en parte se debe a que los hombres simplemente no están tan interesados en los productos de belleza como las mujeres, dice Michelle Copeland, cirujana plástica y cosmética y profesora adjunta de cirugía clínica en la Escuela de Medicina Mount Sinai.

5. "Las cremas caras no son siempre mejores que los productos de farmacia".

Algunas cremas y lociones pueden costar hasta US$1.000 por onza (28,7 gramos), pero el precio tiene poco que ver con su eficacia, dicen los críticos. Una prueba de laboratorio de la publicación Consumer Reports sobre cremas de ojos reveló que la crema L'Oreal Paris Dermo Expertise Revitalift Double Lifting tenía un muy buen desempeño. Y tenía un precio de US$17 la media onza, por lo que era aproximadamente 2,5 veces más barata que la crema contra arrugas Strivectin-SD, que cuesta US$59 por onza.

¿Por qué los consumidores terminan pagando por cremas y lociones más caras? El buen marketing de las compañías de cosméticos lo explica, dicen los dermatólogos. Julie Moore, dermatóloga de Gottlieb Memorial Hospital, dice que algunos de sus pacientes compran cremas más caras asumiendo que son mejores porque son vendidas exclusivamente en tiendas por departamentos. "Es una cuestión de status, si está solamente en una tienda creen que tiene que ser mejor", explica. Los expertos dicen que algunos pacientes se aferran a las cremas más caras debido a su fragancia o porque la forma en que se sienten sobre su piel, nada de lo cual hace que un producto sea más efectivo.

6. "Satisfacción garantizada no es parte de nuestro lenguaje".

Muchos consumidores creen en lo que dice la publicidad de las cremas reafirmantes y de bronceado en gran medida porque creen que están respaldadas por una agencia reguladora, dice Moore. Los consumidores deberían ser escépticos. Frecuentemente los estudios citados en los avisos distan de ser objetivos, ya que las compañías simplemente les preguntan a las mujeres si creen que sus pieles se ven mejor. Eso es diferente a un estudio médico en el cual una compañía realizará biopsias de la piel para demostrar que se ha formado colágeno que afirma la piel.

Además, los avisos que aseguran que los productos son efectivos frecuentemente son vagos. Por ejemplo, es posible que no expliquen claramente que se basan en estudios computadorizados o que se hicieron utilizando animales, dice Jessica Krant, dermatóloga certificada de Nueva York. "Lo que da resultado en un laboratorio no siempre da resultado en el mundo real", advierte.

7. "Orgánico, shmorgánico. ¿Puede decir en qué se diferencian?"

Cuando se trata de comidas y bebidas, hay criterios estrictos que determinan que un producto sea orgánico. Y aunque algunos críticos argumentan que no son lo suficientemente estrictos, están mucho más avanzados que los que se aplican a la industria de la belleza. El Departamento de Agricultura regula la utilización del término "orgánico" cuando se aplica a los cultivos agrícolas, por lo que si un producto de cuidado personal contiene ingredientes de origen agrícola, podría ser elegido para ser certificado como tal, dice una portavoz del departamento. Las compañías que producen y manipulan esos ingredientes- así como el fabricante final- tendrían todos que ser certificados para poder elegibles para llevar la etiqueta del departamento que muestra que son orgánicos.

Los estadounidenses gastaron US$ 462 millones en productos de belleza naturales y orgánicos en 2009, lo que representó un alza de 10% frente a 2007, de acuerdo con datos de Mintel.

8- "Las pruebas con animales no quedaron totalmente en el pasado".

Hasta hace una década aproximadamente, las pruebas en animales eran enormemente controvertidas. Hoy, la mayor parte de las críticas han desaparecido pero docenas de compañías todavía prueban sus productos en animales antes de venderlos a los consumidores, de acuerdo con una portavoz del grupo de defensa de los animales Personas a Favor del Tratamiento Ético de los Animales (PETA, por sus siglas en inglés). Todavía se aplican sustancias químicas a conejillos de Indias y a conejos para determinar qué niveles son peligrosos, dijo Elliot Katz, presidente de la asociación sin fines de lucro "Defensa de los animales".

9- "Nuestros productos pueden tener efectos secundarios".

En 2010, la FDA recibió 169 informes de reacciones adversas, incluso irritación de la piel e hinchazón así como pérdidas de cabello, como consecuencia de la utilización de productos de belleza, lo que representó un alza de 15% con respecto a 2006. No está claro qué generó ese incremento, dice la FDA.

Los distribuidores de tratamientos con keratina brasileña y los salones que los usan están siendo investigados por el gobierno federal y algunos estados porque el producto liberaría formaldehído, un gas venenoso e incoloro. Los investigadores estudian denuncias —por sangrados de nariz, irritación en los ojos y problemas para respirar— de estilistas del cabello y dueños de salones que creen que fueron expuestos a formaldehído cuando usaban productos cuyas etiquetas decían que no lo tenían.

10. "No existen las consultas gratis".

No existen datos respecto a cuán extendido están el maquillaje y las consultas sobre cuidado de la piel gratuitos pero los dermatólogos dicen que está presentes en muchos comercios, especialmente las tiendas departamentales, donde decenas de mostradores con maquillaje compiten por las ventas y dependen de las consultas gratis para atraer compradores. Y si bien allí se están haciendo recomendaciones, hay posibilidades de que también se estén ofreciendo sus productos.

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