Tomado de Infobae.com
Luciano Marín Arango alias Iván Márquez en un reciente encuentro con el presidente venezolano Hugo Chávez quien es acusado de protegerlos.
Ambos comandantes practican un "heroismo módico"
Desde la frontera con Venezuela,
Rodrigo Londoño,
alias "Timochenko",
y Luciano Marín Arango,
alias "Iván
Márquez", dirigen "a distancia" sus operaciones
bélicas y negocios de tráfico de drogas. En territorio colombiano, reclutan menores y los someten a peligros que evitan
para sí mismos, bajo el amparo del régimen chavista.
Lejos de cualquier romántico ideal revolucionario, la
vida de "Timochenko" e "Iván Márquez"
-el máximo jefe de la narcoguerrilla y el miembro del máximo órgano de
dirección, respectivamente- en la selvática frontera colombo-venezolana parece
más digna de un "capo narco" de Hollywood. Bajo el amparo del régimen
chavista, los nuevos
mandos de las FARC "sobrellevan" el rigor de la selva amazónica
matizándolo con bacanales que harían sonrojar a un romano.
De acuerdo con los relatos de ex guerrilleros
desmovilizados -los mismos que permitieron ubicarlos en la zona del estado
venezolano de Zulia-, los nuevos mandos de las FARC tras el abatimiento de Alfonso Cano llevan una vida que poco tiene que ver con
el ascetismo al que someten a sus tropas. Ni la diabetes pudo detener a
Timochenko, quien a pesar de tener que aplicarse insulina
constantemente, no por ello se priva de los excesos: cerveza, cigarrillos y, claro,
mujeres.
Rodrigo Londoño Alias Timochenko
La actitud de los nuevos mandos narcoguerrilleros
contrasta, incluso, con la de sus atencesores: Guillermo Sáenz Vargas, alias "Alfonso Cano",
y Luis Suárez,
alias "Mono Jojoy",
murieron peleando en Colombia
y no escondidos bajo las polleras de Hugo Chávez.
Pero esto no es algo nuevo, hay antecedentes: la conducción de la ETA en Francia o
los Montoneros en
Madrid, La Habana y Roma también gozaban, en el "exilio",
de los placeres mundanos que le negaban a los miles de jóvenes que, en sus
países, enviaban a la muerte. Tal vez el numen en este tipo de práctica haya
sido Muammar Khadafi,
quien entrenaba a grupos guerrilleros que iban a morir en distintos rincones
del mundo mientras vivía en sus palacios de Trípoli, o en sus pisos de Londres.
Y la comparación no es gratuita: días atrás, la organización Watchlist on Children and Armed
Conflict denunció cómo la narcoguerrilla ha intensificado su
campaña de reclutamiento de niños en los últimos
años y, al igual que otros grupos paramilitares, ha usado escuelas para
captarlos y abusar de ellos sexualmente.
Ya a fines de marzo, la Fiscalía colombiana había acusado
a "Timochenko" e "Iván Márquez" por reclutar a menores de
edad, luego de escuchar el relato de desmovilizados que fueron incorporados a
la guerrilla cuando tenían sólo 12 años. "Según lo establecido, las
víctimas fueron vinculadas a los frentes 5 y 18 de las FARC, y entre enero y
abril de 2005 recibieron adiestramiento en manejo de armas de fuego y entraron
en combate en el departamento de Antioquia (noreste)", precisó en un
reporte el ente acusador.
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