
El psicólogo explicaba una teoría
basada en un ciclo muy interesante, en donde el plantea como la sociedad desea
erradicar un mal, pero a su vez es parte de la raíz del problema.
Daba un ejemplo, indicaba como las
personas sin hogar o sin techo se la pasan diariamente mendigando en las calles
porque necesitan dinero para comer, sin embargo existe un alto porcentaje de
esas personas que lo utilizan para comprar alcohol o drogas.
En su disertación explicaba como la
sociedad entendía que estaba trabajando con la situación dándole dinero, ya que
era una especie de “alivio” a ellos momentáneo. A su vez, las mismas personas
entrevistadas confesaban después de un rato que lo hacían porque se sentían
hasta cierto punto culpable que no podían hacer nada más.
Al final del artículo del profesional
de la conducta humana, indicaba que nunca se pudo probar en el estudio, si el
dar dinero era mas fácil o difícil; si ese era la raíz del problema o era parte
de mantener el mismo; pero lo que si se pudo concluir era que esa no una
solución viable.
Días mas tarde tuve la oportunidad de
desayunar con una persona a quien consideramos un mentor, una persona que en
vez de estar dándoles dinero en las calles a estas personas que por alguna
razón u otra están en esa posición, ha encontrado una posible solución.
Él nos contaba que hace unos años
atrás él se percató de lo que el psicólogo planteaba en su articulo y que el
decidió implementar o utilizar una método alterno que ha sido muy exitoso. El
mismo fue basado en esa famosa frase que dice “…puedes llevar al caballo al
rio, pero no lo puedes hacer beber”.
Este joven retirado de haber
trabajado para multinacionales toda su vida en el campo del mercadeo, nos
comentaba con café en mano que el creo una organización sin fines de lucro que
consigue por medios de sus relaciones personas que necesiten hacer arreglos en
sus casas.
Inmediatamente que el identifica un
posible cliente el “recluta” a una persona que no tiene un hogar, pero que
tiene las destrezas básicas para poder suplir con la necesidad del cliente y
los pone a trabajar.
Pero no se queda ahí, él les da
trabajo, les consigue una vivienda transitoria por el periodo de tiempo que
están trabajando, los orienta en cuanto a los beneficios que tienen por ser
personas “indigentes”, entre otras maravillosas cosas que hace por ellos.
El resultado ha sido uno maravilloso,
que no puede ser medido bajo ningún concepto, ya que en el proceso hasta
literalmente ha salvado vidas.
Confesamos que desde que leímos el
artículo hemos estado en la introspección personal muy profunda y hemos
comenzado a hacer un análisis profundo observando los dos puntos de vistas.
Ambos, el contribuir a su permanencia
en las calles dándole dinero o hacer una contribución directamente a una
organización que brinde servicios directos a estos ángeles, son actos que cada
uno de nosotros en algún momento hemos sido participes en algún momento de
nuestras vidas.
Pero que tal, si desde hoy fuéramos a
profundizar un poco mas allá de lo que lo hacemos diariamente y nos
preguntáramos, que en vez de estar quejándonos que existe ese “mal”, por que no
actuamos y somos parte de la solución, con tan simplemente hacernos
responsables de nuestras acciones.
¿Quién es más mendigo, aquel que pide
o aquel que no le brinda una solución real?
Waldemar Serrano-Burgos, CEC, ACC es
Life Coach Certificado Internacional, actualmente trabaja en los mercados de
Miami, Puerto Rico y Republica Dominicana. Puede contactarlo al 305.335.4044 o
por email wsbcoaching@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario