domingo, 8 de abril de 2012

¿Qué tal si haces un detente?



Es estos días en donde la religión se apodera del mundo occidental y todos los caminos conducen a la celebración de unas vacaciones, es un buen momento para hacer un detente a nuestra ajetreada vida.

Sin querer queriendo, ya el primer trimestre del año se fue, se están respirando los aires de la primavera y el verano esta a la vuelta de la esquina.

Pero sin embargo es estos días en donde las personas hacen un detente de sus “rutinas” diarias para reflexionar como les ha ido en lo que va del año. Por su parte las empresas aprovechan estos días de “descanso” para analizar si las proyecciones del año estaban correctas o si hay que hacer ajustes para poder cumplir con las metas.

La inmensa mayoría de los seres humanos utilizan esta época para hacer una introspección genuina de su propia espiritualidad y buscan alternativas individuales y colectivas para incrementar esa conexión divina que les recuerda su humanidad.

Por otro lado,  están aquellos que se aprovechan esta época para reforzar las adoctrinaciones eternas -basadas en el castigo-  para “…crucificar las almas perdidas que están sumergidas en el pecado, y que aprovechen esta época para que se arrepientan y regresen al rebaño del señor”.

Agraciadamente estamos viviendo en unos tiempos en donde la conciencia se está despertando de una forma grandiosa, en donde las personas por fin están viviendo y entendiendo la diferencia entre lo que es espiritualidad y lo que es la religión.

Por suerte, la inmensa mayoría de las personas están haciendo un detente en sus vidas y están analizando las decisiones diarias que están tomando y como les están beneficiando, no solo a ellos, sino a la comunidad a la que viven y a su familia inmediata.

También están siendo conscientes de que las acciones van de la mano de sus palabras, que si profesan tener fe, esperanza y amor, es un estilo de vida, y no unas acciones concretas en unos momentos determinados del año.

Estamos viviendo en tiempos en donde todo el mundo, sin distinción de colores, raza, sexo o cualquier otra diferencia están haciendo un detente, ya que todos como colectivo estamos buscando nuestro propósito en la vida o mejor dicho nuestra misión.

En esa búsqueda de la “verdad” y respondiendo al llamado interno que entendemos nace de una semilla desconocida que posiblemente fue plantada al nacer, nos olvidamos de que no importa el significado que uno le quiera dar a la espiritualidad o a la religión, todos somos iguales, todos estamos en la misma búsqueda, todos sentimos amor y deseamos mas allá de toda duda razonable sentir el significado de la palabra pertenencia.

Esta semana en donde no se come carne roja, se veneran los altares, se visitan las iglesias de las playas y las personas comparten con sus seres queridos, es un buen momento para hacer un detente y ser agradecido de todo lo que uno tiene.

Ese simple acto de reconocer con humildad todo aquello que uno tiene, es simplemente la mejor manera de recordar quienes somos, de dónde venimos y todo lo que hemos logrado y reconocer nuestra humanidad.

Hoy día que estás leyendo esto, no es más que un recordatorio de lo que ya sabes, de lo que nace en tu alma diariamente, de lo que está en las células de tu ADN y que mas allá de los rituales ancestrales, es un reconocimiento a nuestra humanidad y al sentido de pertenencia de una raza que en su mayoría ama incondicionalmente, sin distinción y sin prejuicios.

Waldemar Serrano-Burgos, CEC, ACC es Life Coach Internacional Certificado, que trabaja en los mercados de Estados Unidos, Puerto Rico y República Dominicana. Sígalo en Twitter: wserranob o visite su página www.waldemarserrano.com



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