sábado, 7 de abril de 2012

Nicaragüenses en el exterior reclaman Relevo Generacional


Tomado de Diario Las Américas


Por Armando J. Arana Sequeira*

En esta era de comunicaciones y globalización, en que el mundo enfrenta grandes adversidades, hoy somos aproximadamente 7.5 millones de Nicaragüenses, 5.5 en Nicaragua, y 2 en el exterior. Somos un pueblo valiente y trabajador, somos ingeniosos y hemos logrado grandes contribuciones al mundo con nuestra cultura, nuestras capacidades, y nuestro corazón –solo miremos la magna labor de nuestro gran Rubén Darío. Somos orgullosamente ¡Nicaragüenses!

En Nicaragua, venimos de una historia interesante tanto de avances como de atrasos, nos hemos regido por 10 diferentes constituciones en nuestra República –y las modificaciones que se han hecho a través de los años han sido impulsadas por intereses políticos ajenos a un sistema democrático justo y transparente.

En nuestra historia reciente, todos sabemos que el ultimo proceso electoral fue totalmente ilegitimo dado que corrió como candidato una persona que está claramente inhabilitado por varios artículos de la Constitución. Más aun, el proceso que se llevó a cabo fue un fraude perverso, y ni los nicaragüenses ni el mundo debemos aceptar esta ruptura al orden democrático que hemos sufrido en Nicaragua.

La Carta Democrática Interamericana que fue firmada el 11 de septiembre del 2001 por 34 Estados miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA) dicta, “Los pueblos de América tienen derecho a la democracia y sus gobiernos la obligación de promoverla y defenderla”. Tal parece que algunos gobiernos del Continente Americano –enemigos de la democracia y de la libertad- recuerdan la fecha del 11 de septiembre, no por la promulgación de la Carta Democrática Interamericana, sino por los tristes episodios que en la misma fecha por una irónica coincidencia y ante la complacencia de quienes emulan al terrorismo, cambiaron definitivamente los destinos y la historia del mundo libre y democrático.

Hoy, los 7.5 millones de nicaragüenses –los que estamos dentro y fuera del país- exigimos a la OEA esclarecer las irregularidades del fraude electoral y tomar acciones contundentes para restablecer el Estado de derecho en Nicaragua.

La OEA está actuando como un Club Social cuyos directivos encabezados por su Secretario General parecerían temer a que algunos de sus socios que hacen jugosos aportes económicos como el dictador Chávez, se retiren del organismo, junto con sus adláteres: Correa, Morales, Ortega y uno que otro de los pequeños estados insulares del Caribe. O será que al Secretario Insulza lo traicionan sus viejos criterios izquierdistas de juventud y que, aun a costa de hacer de nuestra Carta Democrática un instrumento estéril, prefiera tomar actitudes complacientes a los lideroides de la izquierda disque socialista.

Por esto, los nicaragüenses nos congregamos en Miami el pasado 30 de Marzo. Por esto, los nicaragüenses le decimos al Senador Marco Rubio, a la Congresista Ileana Ros-Lehtinen, al Congresista Mario Díaz-Balart, al Congresista David Rivera, y al ex Congresista Lincoln Díaz-Balart, muchas gracias por entendernos y apoyarnos, pero sigamos adelante que esta historia continúa. Aplaudimos que recientemente el Comité de Asuntos Exteriores del Senado de Estados Unidos aprobó una resolución que condena el fraude electoral en Nicaragua y pide que la OEA entregue un informe sobre las “irregularidades constitucionales”.

Líderes en Estados Unidos están cumpliendo responsablemente con fomentar los principios de libertad y democracia para el pueblo de Nicaragua. No obstante, estamos conscientes que en Nicaragua tenemos grandes debilidades en este sentido. Estamos conscientes que hoy tenemos un sistema político corrupto, perverso y colapsado. Nuestro Estado de Derecho vela por intereses y no por las necesidades de nuestro pueblo. Todos los poderes están sujetos a negociaciones nefastas a espaldas del pueblo. Por esto, se hace un llamado a los actores políticos y de la sociedad civil a que asuman firmemente su rol y no se presten a juegos de pactos o repactos que sólo consecuencias desastrosas nos pueden traer.

No obstante, a pesar de las adversidades del momento, siempre hay un futuro que juntos podemos visualizar y construir. Con líderes representantes del pueblo de Estados Unidos, en hermandad estamos listos y animados para rescatar la democracia en Nicaragua y levantar a los nicaragüenses de los escombros de la pobreza. Ya hemos probado gobiernos de derecha y gobiernos de izquierda y seguimos estancados. ¿Por qué la mayoría de los nicaragüenses siguen en pobreza? Tenemos un país bello, con gente talentosa, y con ganas de ser exitosos. Nos merecemos verdaderas oportunidades de desarrollo y progreso para TODOS los nicaragüenses sin exclusión! Necesitamos libertad, igualdad, transparencia, salud, educación, cultura, y bienestar. La política tiene ciclos ideológicos, así como la historia tiene ciclos generacionales. Todos debemos continuar trabajando, con fe, con ánimo, con inspiración, y con hermandad, porque en un futuro no tan lejano vamos a respirar aires de paz y libertad, pues el relevo generacional y el progreso de nuestro pueblo es inevitable.
¡Viva Nicaragua!

*El autor Ex Cónsul General de Nicaragua.

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