Tomado de La Nación
La presidenta Cristina Kirchner
llegó a la Cumbre de las Américas con dos objetivos: reencontrarse con sus
aliados de la zona y medir su relación con su par norteamericano, Barack Obama,
después de las últimas tensiones en el vínculo bilateral. Así lo sostiene a La
Nacion Luis Dallanegra, investigador de Política Internacional del Conicet y
autor de Relaciones políticas entre Estados Unidos y América latina, que
interpreta que la Argentina no tiene una política definida respecto de sus
vecinos.
-¿Cómo llegó América latina a esta Cumbre?
-América latina siempre está fragmentada. Existe cada
tanto una tendencia a converger en algunos proyectos o marcos institucionales,
pero nunca en algo que se pueda denominar sistema político latinoamericano,
como en Europa.
-¿Cuál es el rol de la Argentina en América latina?
-La Argentina es un país con bastante bajo perfil. No
tiene un proyecto latinoamericano. Está demasiado sumergida en su
conflictividad interna. Tiene lazos de amistad con ciertos países de la región,
pero no hay una política.
-¿Cómo analiza su relación con Estados Unidos?
-Están en un mal momento. Por las conductas proteccionistas
que está adoptando la Argentina, Estados Unidos ha dejado la diplomacia de lado
y simplemente aplica sanciones. Y no sé hasta qué punto la Argentina tiene
buena relación con los países asiáticos, como para pensar en un mercado
alternativo.
-¿Cuál es el objetivo del gobierno norteamericano en
Cartagena?
-Estados Unidos está preocupado porque no puede frenar el
crecimiento de China en la región. Tiene que tratar de mantener su patio
trasero, sin que se le despegue tanto. Pero en esta Cumbre no se van a abordar
temas comerciales, así que lo de Barack Obama va a ser más bien discurso. El
está mucho más preocupado por la recuperación de la economía en su país y en
Europa.
-¿Cómo evalúa la gestión de Obama respecto de la región?
-Hubo más ausencia que otra cosa. Primero por los
problemas en Medio Oriente que dejó Bush y después se vio comprometido en Libia
a través de la OTAN. Además, estuvo limitado por la mayoría republicana en el
Congreso, con una mentalidad expansionista corporativa.
-Brasil está reemplazando a Estados Unidos como motor
regional, ¿cómo encarna este rol?
-Brasil es una potencia creciente, con un gran marketing.
En América latina es muy poderosa, representa el 50% del PBI de la región, pero
no tiene una política de integración latinoamericana ni de inserción de la
región en el mundo. No es el gran conductor de América latina; nadie sigue su
modelo en la región.
No hay comentarios:
Publicar un comentario