domingo, 10 de octubre de 2010

Entrevista al Presidente de Chile Sebastián Piñera

Tomado de El Mercurio


Tras una de sus semanas más intensas, el Mandatario habla de su visión del gasto social ante la discusión de la Ley de Presupuesto, responde a las críticas sobre un aparente estilo personalista, defiende la labor legislativa del gobierno y hace un balance ante la huelga de hambre mapuche.

Por Magdalena Winter y Gabriel Pardo

El Presidente Sebastián Piñera inicia la entrevista con 5 minutos de silencio. Casi exactos.

Y no, no es precisamente un gesto de solemnidad.

Es mediodía, está sentado en su despacho de La Moneda y pide un tiempo para hacer anotaciones en su bloc que le ayuden a contestar las preguntas. Casi sin hacer ruido. Sólo se oye su lápiz pasta subrayando algunas líneas bajo sus anteojos, que sólo ocupa para leer y que nunca aparecen en público.

Está tan concentrado que parece no notar la presencia de otras personas en la sala.
El Mandatario tuvo una semana intensa. Partió con la huelga mapuche, que se mantenía ya por más de 70 días, y terminó viajando a Argentina de emergencia para tratar con Unasur la grave crisis de Ecuador. Eso sin mencionar que en el transcurso se supo extraoficialmente que el país trasandino le había dado refugio al ex frentista Galvarino Apablaza y que tuvo que grabar una cadena nacional para comunicar las grandes líneas de su plan de Presupuesto 2011.

Así que no ha dormido. Y lo reconoce. Partió la noche del jueves a Buenos Aires. Tuvo la cita con los Mandatarios. Volvió a Chile en la madrugada del viernes, cerca de las 5AM. Dice que fue a su casa, se duchó, se cambió de ropa, y a las 8 ya se preparaba para un encuentro con dirigentes de la CUT, en La Moneda.

"Responsabilidad de los partidos, no del Gobierno"

-Presidente, se dice que a usted le gusta estar presente en todos los temas, que le gusta conocer la agenda de los ministerios. ¿Se siente un Presidente muy personalista?
-No. Yo creo en empoderar al gabinete, en darle confianza, atribuciones, porque esa es la única forma de hacer un buen gobierno, con un buen equipo de trabajo que se sienta seguro y empoderado. Pero también creo que los Presidentes tienen que saber lo que está haciendo su gobierno y para eso hay una sola fórmula que yo conozco: trabajar y trabajar y trabajar. Por eso dedico las tardes a reunirme con 2 o 3 ministros, para definir la agenda, fijar las prioridades, evaluar la marcha de la gestión y apoyarlos cuando hay problemas o dificultades. Es una forma de gobernar con las mangas arremangadas.

-¿Cómo describiría usted que es la relación actual del Gobierno con los partidos de la Coalición por el Cambio en el Parlamento? Porque ha habido críticas que dicen que hay falta de comunicación de parte del Gobierno.
-Me preocuparía mucho más si no hubiera ninguna crítica, porque significa que no hay vida, libertad y creatividad en la Coalición por el Cambio. Y eso nos llevaría a caer en la autocomplacencia o a dormirnos en los laureles. Y eso hay que resistirlo y combatirlo siempre.

-¿Siente que es real que hay una falta de comunicación del Gobierno con los partidos?
-Siempre la comunicación puede ser mejor, pero como Gobierno hemos hecho un enorme esfuerzo. Yo personalmente me reúno con los presidentes de los partidos y tengo con ellos un diálogo permanente, con las mesas directivas, con los senadores, con los diputados. Lo mismo hacen el ministro Cristián Larroulet, que tiene la responsabilidad de llevar la relación con el Congreso, y los ministros sectoriales. Se muestra un enorme esfuerzo de diálogo. Pero usted sabe que el diálogo es como el amor: nunca es suficiente. Siempre uno puede hacerlo mejor.

-Distintos dirigentes de la Coalición han criticado que falta institucionalizar el diálogo, sobre todo pensando en proyectar este Gobierno.
-El diálogo está bastante institucionalizado. Todos los lunes se reúnen los presidentes de los partidos, los jefes de bancada, los jefes de comité y algunos otros dirigentes con los ministros del área política. Y adicional a eso tenemos múltiples mecanismos informales. En consecuencia, yo creo que parte de la crítica que hacen es una autocrítica, porque siento que los partidos de la Coalición por el Cambio debieran tener mayor unidad y mayor efectividad. Por ejemplo, durante los gobiernos anteriores, la Concertación se reunía todas las semanas, tenía reuniones sistemáticas y periódicas. Eso no ocurre hoy día al interior de la Coalición por el Cambio. Pero eso es responsabilidad de los partidos, no es responsabilidad del Gobierno.

-Hay algunos críticos que han dicho que la actividad legislativa del gobierno hasta ahora es débil. ¿Usted cómo la calificaría?
-Los críticos pueden decir lo que quieran. Lo importante no son las opiniones desinformadas, sino la realidad. Este es el gobierno que ha aprobado más proyectos de ley en sus primeros seis meses de administración, de todos los gobiernos desde el regreso de la democracia.

-¿Este es el Gobierno de la Coalición por el Cambio?
-¡Pero por supuesto que es un gobierno de la Coalición por el Cambio!.
-Porque hay quienes han dicho que éste es un Gobierno sólo de Sebastián Piñera.
-Yo respeto todas las opiniones, pero este gobierno es nuestro gobierno, es el gobierno de la Coalición por el Cambio. Yo fui elegido como candidato con el apoyo de los partidos políticos, de parlamentarios y de miles de adherentes y simpatizantes. Por tanto, éste no es el gobierno de Sebastián Piñera, es el gobierno de la Coalición por el Cambio.

-A diferencia de otros Mandatarios, todavía no ha hecho ningún cambio de gabinete como se dio, por ejemplo, con la administración anterior de Michelle Bachelet. ¿Prepara algún cambio en lo que resta del año?
-El deber y responsabilidad de un Presidente es velar porque todos los ministerios funcionen bien. Si uno cree que hay un ministerio que está funcionando mal y que hay otro ministro o ministra que pueda hacerlo mejor, tiene que hacer los cambios. Pero esos cambios nunca se anuncian. Y yo siento que el gabinete está trabajando cada día mejor, con un compromiso, una entrega y una capacidad muy notable, así que me siento muy contento y orgulloso del trabajo realizado.

-La buena evaluación en las encuestas de ministros como Joaquín Lavín, Rodrigo Hinzpeter o Laurence Golborne, ¿puede empezar a adelantar la carrera presidencial?
-No. Yo me siento feliz de que los ministros estén bien evaluados. Como Presidente me siento muy contento de eso, como un director de orquesta al que le gusta que el primer violín sea el mejor de todos, que el bajo sea el mejor de todos. No tengo en ese sentido ningún problema ni ninguna dificultad.

-¿Que la ex Presidenta Bachelet parta a la ONU hace que el debate presidencial se apague por ahora?
-Yo espero que a la ex Presidenta Bachelet le vaya muy bien en su nuevo cargo de secretaria adjunta de ONU Mujeres. Le deseo el mayor de los éxitos. Pero creo que ese debate le corresponde a la Concertación.
"Pido a la oposición que analice el Presupuesto con altura de miras"
El Presidente habla animado mirando sus apuntes. Hasta que de pronto dice que tiene que ir a un almuerzo con los subsecretarios en el Palacio de Gobierno. Que no puede faltar. Así que toma su chaqueta y parte rápido hasta perderse por uno de los pasillos. Antes propone gentilmente retomar la conversación más tarde.
Luego volverá apurado diciendo: "¿En qué estábamos...?". Y retomará los temas con la misma fluidez.

-¿Siente que el Presupuesto 2011 es una verdadera prueba de fuego para el Gobierno?
-La Ley de Presupuesto es la ley más importante que se discute cada año, porque ahí se fijan las prioridades, se asignan los recursos, se orienta la acción del sector público. Y yo espero y pido con fuerza y humildad que todos los parlamentarios, de Gobierno y de oposición, analicen este presupuesto con racionalidad, con altura de miras, con buena voluntad.

-¿Por qué ha defendido una propuesta de Presupuesto austero para 2011?
-Porque la austeridad no tiene tanto que ver con el tamaño del gasto, sino que con la calidad del gasto. Y hemos puesto énfasis especial -personalmente he dedicado horas, ministerio por ministerio- en garantizar que los recursos se asignen a proyectos y programas que sean eficientes, transparentes y focalizados. De hecho, el crecimiento del gasto en el presupuesto 2011 es de 10,5%, si comparamos la Ley de Presupuesto de 2011 con la del 2010. Y es de 5,5% si comparamos la Ley de Presupuesto de 2011 con el gasto efectivo de 2010.

-En ocasiones anteriores usted habló de despilfarro en las administraciones de la Concertación.
-Hay despilfarros, gasto innecesario, gasto ineficiente, y a veces corrupción. Pero yo tengo la impresión de que eso fue creciendo a medida que la Concertación envejecía, y a medida que el gasto público crecía en forma, a mi juicio, exagerada. Por ejemplo, que el gasto público haya crecido a más del 10% durante el gobierno anterior, en circunstancias que el Producto Nacional Bruto crecía solamente al 2,8%, generaba un clima y un ambiente que podía amparar, ocultar o tolerar mucha ineficiencia, mucho despilfarro. Nosotros estamos en una guerra frontal contra la ineficiencia y el despilfarro porque queremos que cada peso llegue a la gente que lo necesita.

-En el gobierno anterior, ¿no llegaron los recursos a la gente que lo necesitaba?
-Obviamente que esto no es blanco y negro. Pero una de las críticas que se les hacía es que los recursos quedaban entrampados muchas veces en la burocracia estatal y no llegaban a sus beneficiarios o se desviaban hacia usos no prioritarios. Y finalmente lo que queremos es que el gasto público y el gasto social en particular beneficien a la gente. Nosotros vamos a terminar con esta mala práctica de medir la calidad de la gestión de los ministerios por lo que gastan. Lo difícil es gastarlo bien y producir resultados. Por ejemplo, yo no estoy muy contento con que a pesar de que hemos multiplicado por seis el gasto público en educación, la calidad de la educación haya permanecido prácticamente estancada durante los últimos 20 años.

-Cuando se dice que se van a incrementar programas como Chile Crece Contigo o Chile Solidario, ¿significa reconocer el éxito de programas del gobierno anterior?
-Definitivamente, Chile no comienza por nuestro gobierno, nosotros construimos a partir de lo que construyeron gobiernos anteriores. Y es natural que programas que estén funcionando bien se mantengan. Si están funcionando, tienen nuestro apoyo.

-¿El Gobierno fue suficientemente dialogante con la oposición respecto a Ley de Presupuesto? Se le critica poca transparencia.
-El sello de nuestro gobierno es el diálogo y la búsqueda de acuerdos porque esa es la mejor forma de avanzar construyendo sobre roca y no sobre arena. De hecho, yo me preocupé personalmente de que el ministro de Hacienda, antes de la presentación del Presupuesto, tuviera reuniones con los parlamentarios tanto de gobierno como de oposición para poder analizar las líneas matrices y los criterios fundamentales. Y el ministro de Hacienda lo hizo. Pero el debate y el diálogo principal comienzan ahora. Nosotros tenemos la mejor actitud para que ese diálogo sea franco, bien intencionado y fecundo entre el Gobierno y la oposición.

-Usted habló en su mensaje al país de la creación del Ministerio de Seguridad Ciudadana y del de Desarrollo Social, ¿no teme que el Gobierno termine quedando entrampado en la creación de estos ministerios, como le ocurrió a gobiernos anteriores al intentar crear nuevas carteras?
-No. Queremos transformar al Ministerio del Interior en un Ministerio del Interior y de Seguridad Ciudadana, y queremos transformar a Mideplan en el Ministerio de Desarrollo Social. Es decir, son dos ministerios que van a evolucionar para cumplir más cabalmente dos tareas fundamentales: garantizar el orden público y la seguridad ciudadana, y en materia de desarrollo social, la principal prioridad es derrotar la pobreza y lograr un país de mayor igualdad y oportunidades. Estoy convencido de que son tan importantes para la calidad de vida de los chilenos que esas dos iniciativas van a contar con un respaldo generalizado en el Congreso.

-Segpres, Economía y Minería son los ministerios que ven más recortados sus presupuestos.
-Si queríamos priorizar el gasto social, la inversión, las regiones y la lucha contra la delincuencia, algunos tenían que hacer un esfuerzo, y los principales ministerios que ven recortados sus presupuestos son los políticos: la Presidencia de la República, la Segpres, la Segegob e incluso el Ministerio de Relaciones Exteriores. También recortamos significativamente algunos gastos que habían crecido en forma muy exagerada como viajes, viáticos, automóviles, etc.

"El Gobierno hizo todo para deponer la huelga"

-¿Cuál fue su impresión al enterarse que un grupo mayoritario de comuneros deponía la huelga de hambre?
-Sentí que era una muy buena noticia que el país estaba esperando hacía mucho tiempo. El levantamiento de la huelga de hambre evita el riesgo de muerte de los comuneros y restablece la normalidad en nuestro país. Tengo la convicción de que el Gobierno hizo todo lo posible para que esta huelga fuera depuesta.

-¿Cómo?
-Nuestro Gobierno tomó una decisión, que es empezar a pagar esa deuda histórica con los pueblos originarios, que era el Plan Araucanía, que fue parte de nuestro programa de gobierno y que apunta a mejorar las condiciones sociales, de salud, de educación, de capacitación y de entrega de tierras. Además está el plan Reencuentro Histórico, que apunta al componente institucional y cultural, al reconocimiento de los pueblos originarios, la protección y el fomento de su idioma y tradiciones. Por otra parte, enviamos dos proyectos de ley. Uno era para perfeccionar la justicia militar y acotar su ámbito a lo que le corresponde en una sociedad democrática y en un Estado de Derecho. Que se juzguen delitos militares por militares, pero que los civiles sean juzgados por tribunales civiles. Ese proyecto fue enviado. Y también enviamos uno que apunta a mejorar la Ley Antiterrorista eliminando la presunción de delito terrorista para que los delitos sean probados y no presumidos, que apunta a reducir penas que parecían excesivas.

-El Gobierno había planteado que no iba a negociar bajo presión y finalmente se sentó a conversar mientras se mantenía la huelga, que es una medida de presión.
-Nosotros dijimos que la huelga nos parecía un instrumento no legítimo y sigo pensando lo mismo. Pero dada la magnitud que adquirió el problema y su connotación nos pareció oportuno tener un diálogo, no una negociación, con los representantes de los comuneros.

-¿Por qué, desde su punto de vista, la huelga de hambre no es legítima?
-Porque creo que atentar contra la propia vida no es una forma legítima de obtener un objetivo por noble y justo que sea. Adicionalmente, me parece una contradicción y una paradoja que el país haya hecho un esfuerzo gigantesco por salvar la vida de 33 mineros atrapados y simultáneamente 34 comuneros mapuches atentaran por su propia voluntad contra sus vidas.

-¿Usted cree que los mapuches acusados de esos delitos son o no terroristas?
-Eso tiene que determinarlo la justicia. Yo tengo plena conciencia que en La Araucanía se han cometido delitos muy graves como emboscar a un fiscal, atacar un bus donde iban más de 40 personas inocentes, quemar galpones, plantaciones y camiones. Todos esos son métodos absolutamente condenables.

-¿Son métodos terroristas?
-Eso en un Estado de Derecho lo califica la justicia, no el Presidente de la República.

-¿No cree que tardó el inicio del diálogo con los comuneros? ¿Se dejaron pasar muchos días antes de comenzar?
-Nosotros siempre teníamos claro que era nuestro deber moral y constitucional proteger la vida de estos comuneros. Y por eso presentamos los recursos de protección que nos permitían, en caso de riesgo, trasladarlos a un hospital y proteger su integridad y su vida. Y cuando pensamos que la huelga estaba entrando en una etapa muy crucial fuimos tomando pasos adicionales.

-¿Cómo evalúa el rol del gobierno en este caso?
-Yo quiero felicitar a los ministros Rodrigo Hinzpeter, Cristián Larroulet y al subsecretario Claudio Alvarado por su labor paciente y sabia representando al gobierno. Por otro lado, creo que la Iglesia Católica ha jugado un rol crucial a través de monseñor Ricardo Ezzatti y de monseñor Manuel Camilo Vial. Este es un triunfo para el país.

"El jueves conversé varias veces con Correa"

Aunque están en posiciones ideológicas distintas, Sebastián Piñera y Rafael Correa han cultivado una buena relación desde que el Presidente ecuatoriano recibió al chileno cuando todavía era candidato, en 2008. En agosto pasado, además, Piñera visitó a Correa en Quito. Y el jueves pasado, tras la rebelión policial ecuatoriana, Piñera viajó a Buenos Aires para apoyar a Correa en la Unasur.

-¿Cuál es su evaluación de lo que está ocurriendo en Ecuador?
-El jueves conversé varias veces con el Presidente Correa, y le expresé nuestra total solidaridad y respaldo al orden constitucional, a la democracia y al gobierno legítimamente electo. Y manifestamos nuestro total y absoluto rechazo al uso de la fuerza fuera del cauce de la ley.

-¿Cuál diría que fue el hecho más relevante de la reunión de presidentes de la Unasur?
-Llegamos a acuerdos muy importantes. Entre ellos, incorporar una cláusula democrática al pacto constitutivo de la Unasur, de manera que este organismo sea protector y garante de la democracia en la región. Y me pareció muy oportuno que antes de 24 horas de ocurridos los hechos estuvieran todos los presidentes de la Unasur en forma categórica defendiendo la democracia en Ecuador.

-¿Podría relatar cómo fue su diálogo con Correa en el momento de mayor tensión de la crisis?
-Bueno, él me informó de manera profunda y extensa acerca de la situación que estaba viviendo en más de una oportunidad durante el día. Y estuvimos en perfecta coordinación. Creo que la comunidad democrática de América del Sur reaccionó en forma clara y oportuna. Eso contribuyó a que ese intento de golpe de Estado se haya encontrado con la defensa de la democracia y que los golpistas no lograran su objetivo.

-¿Qué rol le cupo a Sebastián Piñera, como Mandatario, en la reunión de emergencia de la Unasur?
-Como el presidente de la Unasur era Rafael Correa, decidimos autoconvocarnos los demás mandatarios. Así que hice un aporte, como muchos otros presidentes.

-¿Pero usted tuvo un rol crucial en convocar a la reunión?
-Nos pusimos de acuerdo en dar una señal fuerte y clara de defensa de la democracia, y que no estaríamos indiferentes ante intentos de golpes de Estado. Y lo logramos. Los hechos ocurrieron a las 12 del día, y antes de medianoche ya estábamos reunidos, lo que me llena de satisfacción.

"Le planteé a la Presidenta Fernández mi punto de vista en forma fuerte y clara"Caso Apablaza:

-¿Usted considera que es una derrota para el Gobierno que se le haya concedido el refugio en Argentina a Galvarino Apablaza?
-No comparto y lamento la decisión de la Comisión Nacional de Refugiados de Argentina (Conare) porque Galvarino Apablaza está siendo procesado en Chile por delitos extraordinariamente graves: el asesinato del senador Jaime Guzmán y el secuestro de Cristián Edwards. Por eso se pidió la extradición y el Gobierno hizo todo lo que estaba a su alcance. Presentamos un escrito ante la Conare, algo inusual, en que estaban todos los argumentos para que se concediera la extradición. Hablamos con el alto comisionado de los refugiados. Lamentablemente la decisión no fue la que creíamos más justa. Considero que esto es un retroceso importante para la causa de los derechos humanos y la justicia en Chile. Y, sin duda, no contribuye en nada a mejorar las relaciones entre Chile y Argentina.

-¿El gobierno argentino privilegió, a su juicio, la relación con organismos de derechos humanos, que pesan en su electorado, por sobre la relación institucional con Chile?
-(Se quedan en silencio un minuto) No quiero especular sobre las razones de la Conare ni sobre la influencia que pudo tener o no el gobierno argentino sobre esa decisión.

-¿Habló del tema en Buenos Aires con Cristina Fernández?
-He hablado dos veces de este tema con la Presidenta Fernández. Una aquí en La Moneda, cuando ella nos visitó para el Bicentenario, y mientras estuve en Argentina.

-¿Le planteó lo que pensaba?
-Yo le planteé a ella mis puntos de vista de forma fuerte y clara, que son los mismos que estoy planteando ahora. Pero no puedo revelar lo que ella me dijo porque estaría traicionando una confianza y buena fe que debe haber entre los Presidentes.

-¿Cuáles son las medidas que va a tomar el Gobierno?
-Estudiaremos a fondo la resolución de la Conare, que aún no conocemos, y veremos los cursos de acción.
-El gobierno de Fernández no tiene por estos días una popularidad muy marcada. ¿Puede haber incidido eso en esta resolución?
-No voy a comentar las motivaciones que pudo haber tenido la Conare o el gobierno argentino porque no las conozco y no sería prudente.

Líderes gremiales le preguntan al Presidente

Una sola pregunta dirigida al Presidente de la República. Ésa fue la propuesta que le hicimos a un grupo de dirigentes empresariales y sindicales a casi siete meses de gobierno. Aquí, las respuestas a las inquietudes de cada uno:

Luis Mayol, presidente de la SNA:

-Usted, como empresario agrícola, ¿qué recomendación les daría a los productores ante la pérdida de competitividad de sector?
-Sebastián Piñera (SP): En primer lugar, estamos preocupados y ocupados del valor del dólar. Porque creemos que es importante tener un dólar estable y competitivo que permita a nuestro sector exportador desarrollarse sobre bases sólidas. Adicionalmente, estamos preocupados por el costo de la energía. En Chile, un megawatt/hora cuesta US$ 126, casi el doble de lo que cuesta en los países desarrollados. Eso es un elemento que afecta nuestra competitividad. Estamos preocupados de generar una matriz energética que sea segura, económica y amistosa con el medio ambiente. En materia de agricultura, es muy importante que el Gobierno garantice una defensa eficaz contra la competencia desleal a través de la comisión de distorsiones. Y una competencia leal dentro de Chile a través de una fiscalía agrícola especial, que combata las prácticas monopólicas. También incorporar más tecnología y capacitación a la actividad agrícola. Facilitar el acceso al crédito y el acceso a los mercados. Esos son los frentes en los que estamos trabajando para transformar a Chile en potencia agroalimentaria.

Carlos E. Jorquiera, presidente de la CNC:

-Es posible que en los dos minutos que usted utilice para responder esta pregunta, en Chile nazcan dos niños. Pensemos que ellos serían una niña proveniente de la clase media y un niño de una familia de escasos recursos. Cuando esos niños sean adultos, no se acordarán de usted, a menos que durante su mandato se generen unas bases tales, que les permitan no sólo subsistir, sino que, más aún, hacerlo en un contexto de real igualdad de oportunidades ¿Qué cambios espera efectuar en estos cuatro años para lograr que esos niños le recuerden y valoren positivamente su gestión presidencial?
-SP: Nos gustaría ser recordados como el gobierno que recuperó la capacidad de crecer, el dinamismo, el liderazgo, la capacidad de creación de empleo. Y como el gobierno que hizo las reformas profundas para mejorar la calidad de la educación de esos niños. También, la calidad de la salud de esos niños. Y también un gobierno que logró recuperar el derecho de las familias chilenas a vivir en paz y sin tanto temor a la delincuencia y al narcotráfico.

Andrés Concha, presidente de la Sofofa:

-Usted dice que los pilares del Presupuesto 2011 son la eficiencia y la productividad. ¿Cuáles son las iniciativas de mayor impacto que en esa dirección impulsa el presupuesto?
-SP: Nos hemos puesto metas muy ambiciosas: crecer en promedio 6%, crear un millón de empleos, y el presupuesto apunta en esa dirección. Pero también tiene como grandes prioridades el gasto social, que va a ser el más grande de nuestra historia y crece casi al 15% nominal. La inversión, que también crece 15%, mucho más que el crecimiento promedio del gasto, las regiones y la seguridad ciudadana son las grandes prioridades de nuestro presupuesto.

Arturo Martínez, presidente de la CUT:

- ¿Podría transparentar los tres objetivos para el mundo del trabajo?
-SP: El objetivo principal es mejorar la calidad de vida y las oportunidades de los trabajadores. Y diría que nuestros tres objetivos son crear un millón de nuevos empleos; segundo, mejorar la productividad y los salarios; tercero, mejorar la dignidad y la seguridad de los trabajadores.

Diego Olivares, presidente de la UNT:

- ¿Cree en el diálogo social como instrumento de desarrollo? Si es así, ¿está dispuesto a crear una institucionalidad permanente, que no reemplace al proceso legislativo, pero que sí sirva como paso previo?
-SP: Sí, creo en el diálogo como la principal forma de ponernos de acuerdo. Incluso, los que pensamos distinto. Soy partidario de crear la institucionalidad necesaria para alimentar y hacer fecundo ese diálogo. Pero también pienso que cuando uno dialoga con mesas tripartitas, donde hay trabajadores, empresarios y Gobierno, en esa instancia el Gobierno nunca debe olvidarse que es la voz de los sin voz. Por ejemplo, los que están sin trabajo, los consumidores, los jubilados, y otros".

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