Tomado de El Espectador
Los militares
liberados saludan al presidente Juan Manuel Santos
Los cuatro sargentos manifestaron que
en los últimos años notaron un cambio de mentalidad por parte de los guerrilleros.
En una especie de trance y en una etapa de adaptación con
el mundo actual, los
cuatro sargentos libertados el pasado lunes y que duraron más de 13 años en la
selva, narran con la voz entrecortada los duros momentos que
pasaron retenidos en el marco del conflicto armado que vive el país hace más de
60 años.
El sargento Luis Alfredo Moreno, señaló que en los
últimos años pudo ver un cambio de actitud y mentalidad por parte de los
guerrilleros, “tal vez
por los golpes recibidos por el Ejército”, que lo ha llevado a
pensar y a meditar sobre una posibilidad muy viable de que en un futuro no muy
lejano se sienten a negociar en un proceso de paz.
“Los golpes que han recibió las Farc los han hecho tomar
una decisiones diferentes a su ideología. Ha cambiado el pensamiento”,
manifestó el sargento quien estuvo privado de su libertad por 14 años,
señalando que hechos como la operación Jaque y la baja de algunos de los
máximos jefes guerrilleros han cambiado su mentalidad.
Para los militares liberados, uno de los momentos más duros
durante su cautiverio fue el 25 de noviembre de 2010, cuando se
enteraron del asesinato de cuatro de sus compañeros secuestrados a manos de las
Farc.
“La noticia de la partida para siempre de nuestros
hermanos. Ese día jugaba mi Santa Fe y prendí el radio y me enteré de esa
fatídica noticia por radio. Para
nosotros fue muy duro al saber que llevaban 12 y 13 años esperando la tan
anhelada libertad, para poder compartir con sus familias, con su país con su
Institución y todo eso se vio frustrado”, manifestó el sargento
Luis Arturo Arcia.
“En caso de rescate nos los quitan muertos”
En un duro testimonio, el sargento Arcia aseguró que la
mentalidad de las Farc era asesinar a los secuestrados si se presentaba alguna
clase de rescate por parte de las Fuerzas Militares. “En el caso de rescate nos los
quitan muertos o no nos los quitan”, era la mentalidad de la guerrilla.
Aseguró que en el marco de la Operación Camaleón, (junio de 2010), estuvieron a punto
de ser liberados, puesto que los militares estuvieron a 500 metros,
sin embargo también existió el miedo de que fueran asesinados por su
captores.
Los soldados estuvieron encadenados por más de ocho años, en algunas ocasiones
de parejas con grilletes en los brazos, las piernas, hasta que
se llegó un nuevo comandante guerrillero al cambuche y “los trató con más
respeto”.
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