sábado, 2 de octubre de 2010

Expertos ponen en duda veracidad del supuesto golpe de estado en Ecuador

Tomado de The Wall Street Journal

By Robert Kozak y Mercedes Alvaro

QUITO — El jefe de la Policía Nacional de Ecuador presentó su renuncia y militares vigilaron el palacio presidencial el viernes, mientras que algunos se preguntaban si el presidente Rafael Correa había exagerado los eventos del día anterior, cuando presuntamente estuvo atrapado por policías rebeldes. Correa describió los incidentes como un intento de golpe de estado.

Analistas independientes indicaron que las afirmaciones del presidente de que había sido víctima de un golpe de estado no tenían fundamentos y dijeron que parte de la culpa por los incidentes del jueves fue del propio Correa por su imprudencia al provocar a la policía.

"Era una huelga de la policía, una rebelión", señaló Michael Shifter, presidente del Diálogo Interamericano, un centro de estudios de Washington. "Nadie estaba tratando de derrocar al gobierno. Correa podría haber respondido de una forma más mesurada".

Correa, bajo presión por problemas presupuestarios que han obligado a su gobierno de izquierda a implementar medidas de austeridad poco populares, consiguió el apoyo de otros países latinoamericanos y de Washington al declarar los eventos del jueves como un intento de golpe de estado.

El viernes, Correa prometió castigar a los policías que provocaron agitaciones en diferentes ciudades del país andino. El jefe de la Policía Nacional, el general Freddy Martínez, se hizo responsable y presentó su renuncia, al decir que sus subordinados le habían faltado el respeto.

Los eventos comenzaron el jueves por la mañana cuando oficiales de policía salieron a protestar contra previstos recortes de beneficios. El incidente se agravó cuando Correa confrontó a la policía, según testigos, abriendo su camisa y desafiando a los oficiales a que lo mataran. Algunos penetraron el área de seguridad de Correa y presuntamente lo atacaron y le tiraron botellas de agua.

La policía respondió al lanzar latas de gas lacrimógeno y el presidente buscó refugio en un hospital policial cercano. El mandatario permaneció allí, rodeado de policías furiosos, hasta que soldados lo rescataron por la noche.

El mandato de Correa nunca pareció haber estado en peligro, afirmaron los analistas, especialmente debido a que las fuerzas armadas de Ecuador declararon su lealtad al presidente.

"Es muy claro que la policía no tenía un plan para llevar a cabo un golpe. No fueron al palacio presidencial por él. El presidente fue a donde estaba la policía en virtud de su propia imprudencia", aseveró Julio Carrión, un experto en política latinoamericana de la Universidad de Delaware.

Muchos analistas se preguntaban el viernes si Correa estaba buscando promocionarse como un líder firme y valiente. Otros observadores dijeron que el presidente ganaría aprobación por su manejo de la situación, especialmente al prometer seguir adelante con la legislación para restringir los beneficios del sector público.

— José de Córdoba contribuyó a este artículo.

1 comentario:

  1. Es lo mismo que pienso, pues el sr.Correa, no tiene un tino de como manejar su gobierno. Exponerse a los manifestantes para confrontarlos y lo delicado, llamarlos a matarlo, estupidez, mal asesoramiento. Parece querer imitar a alguien, pero ese alguien prepara sus escenarios para lanzarlos por su satelite a la television internacional, a veces le han salido sus cositas mal. Lamentable lo del Sr. Correa.

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